Navarra
Los yonquies de mi pueblo decían: «Tranqui, yo controlo». Chivite quiere pensar que ella también controla el precio

Lo que el Partido socialista en Navarra está a punto de perder es su marco característico de interpretación de la realidad política. A punto de perder cada uno de los conceptos y de las palabras que sirvieron para defender la democracia y el Estado de ... Derecho en la Comunidad foral y en nuestro país.
El nacionalismo catalán o vasco, por sustancia, no es igualitario , pero hace años que se ve como menos dañino. La identidad excluyente que acompaña a la fobia antiespañola de algunos de los partidos que lo representan no ha sido reconocida como tal, porque venía disimulada en la supuesta política lingüística o cultural de promoción de las otras lenguas españolas y que fue generando el tabú sagrado de la obligatoriedad de la promoción del euskera o catalán, según los criterios nacionalistas -esto es lo sustancial- para la construcción nacionalista.
El nacionalpopulismo vasco terrorista que asesinaba y perseguía para eliminar nuestra libertad ideológica y de conciencia está a punto de ser blanqueado. Así se entiende esa acusación de «vivir de las rentas de ETA» a los otros constitucionalistas. Es que Otegi y los suyos no solo no han condenado la historia del terror y de la persecución, sino que pretenden, día a día, que asumamos la teoría del conflicto, una verdadera aberración histórica y política. Precio. Mucho precio.
El cuatripartito que gobernó Navarra para la construcción nacionalista (PNV de Navarra, Bildu, IU y Podemos) ha pasado de 26 a 19 escaños en estas elecciones y por eso ofrece al PSN la manzana envenenada del poder, para que no tenga vuelta atrás en los aliados constitucionalistas, en las palabras, en el marco conceptual. El objetivo a largo plazo son las Repúblicas. Precio. Mucho precio.
Los yonquies de mi pueblo decían en los años ochenta: «Tranqui, yo controlo». Chivite quiere pensar también que ella controla el precio -cada precio- de llegar al poder y gobernar en minoría de la mano de los nacionalistas y de sus monaguillos, Podemos e IU. Ni tan siquiera sabe que necesitamos apuntalar el país por interés democrático, no por patrioterismo. El riesgo de la fractura de la nación y del desastre político e institucional posterior es también el riesgo de la pobreza y de la barbarie.
Un gobierno de concentración constitucionalista sobre mínimos denominadores comunes entre Navarra Suma y el Partido Socialista de Navarra podría empezar una respuesta de futuro, para desviar, en positivo, el desaguisado que acecha.
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