Mas tendrá derecho inmediato a oficina representativa y a 109.500 euros anuales
En principio, el expresident no pedirá despacho y trabajará en las instalaciones del partido
Artur Mas tendrá derecho a un sueldo de 109.467 euros brutos al año si dejara ahora la política , pero podrá disfrutar de inmediato de una oficina de representación que –a imagen de las que mantienen sus antecesores– dispondrá de secretarias y asesores de libre designación, coche oficial con chófer, además de los recursos materiales necesarios para que responda a sus «atenciones de carácter social y protocolario». Solo el alquiler de la que tiene a su servicio en plena Avenida Diagonal el expresidente José Montilla, que es senador desde 2011, cuesta a las arcas catalanas 98.411 euros anuales más 6.679 en concepto de comunidad.
Este diario se dirigió ayer a la Generalitat para conocer si Mas ha expresado su intención de contar con este despacho, aunque no hubo respuesta, si bien otras fuentes consultadas han avanzado que prescindirá de este derecho por ahora ya que utilizará las instalaciones del partido para el desarrollo de sus funciones.
El estatus de los expresidentes de la Generalitat de Cataluña está regulado por la Ley 6/2003 de 22 de abril. En ella se contemplan asignaciones económicas sujetas a incompatiblidades , según las cuales Artur Mas podrá cobrar el 80% de su sueldo actual (109.467 euros) durante dos años y medio –la mitad del tiempo que ha sido presidente– y el 60% (82.100 euros) a modo de pensión vitalicia al cumplir 65 años, pero solo cuando abandone la actividad pública y tampoco ejerza ninguna privada. Pero la normativa también determina privilegios no sujetos a ninguna condición, de los que Mas podrá beneficiarse, como es el caso de reconocimiento protocolario y seguridad y, en otro ámbito, un despacho «adecuado a las responsabilidades y funciones desempeñadas».
El hasta ayer presidente de Cataluña también podría perder todas estas prebendas –las mayores previstas para en España para los dirigentes autonómicos que cesan en su cargo– en caso de que existiese una condena penal firme en su contra. Una modificación de 2015 introdujo esa posibilidad, que debería ser aprobada por una mayoría de dos tercios del pleno parlamentario que considerara que el interesado no satisface las «condiciones de honorabilidad necesarias» para ser depositario de las prerrogativas.
Mas ha expresado su intención de dejar su escaño , por el que habría percibido un salario de entre 4.800 y 7.900 euros mensuales sin contar dietas, que ascienden a cuantías elevadas. Sus antecesores, José Montilla, Pasqual Maragall y Jordi Pujol, no se vieron en esa tesitura, y automáticamente tuvieron a su disposición el correspondiente despacho para el que, como se ha mencionado, la ley no describe incompatibilidades.
Eso explica que el senador Montilla lo mantenga, si bien su sueldo lo paga la Cámara Alta, para lo que tuvo que renunciar a su asignación como expresidente. En lo que respecta a Maragall, el Gobierno autonómico catalán le proporcionó durante años unas lujosas dependencias también en la Diagonal , pero tras la enfermedad del expresidente, todo se trasladó a dos locales que suman 133 metros cuadrados en la calle Brusi, 23 más un aparcamiento en la misma dirección, cuya factura asciende en total a algo más de 29.000 euros anuales. Pujol desmanteló su oficina de 441 metros cuadrados y 175.667 euros al año en el barcelonés Paseo de Gracia en 2014 tras verse implicado en un escándalo de corrupción que permanece judicializado y a raíz del cual renunció al resto de privilegios, incluida la pensión vitalicia de 86.418 euros al año que percibía.