Marlaska, el nuevo objetivo a batir de Unidas Podemos y los socios nacionalistas del PSOE

Los grupos presionan al ministro del Interior mediante preguntas y una comisión sobre las «cloacas del Estado»

El ministro Fernando Grande-Marlaska, el pasado lunes en una comparecencia ante los medios EFE

Gregoria Caro

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Unidas Podemos y los socios independentistas y nacionalistas de Pedro Sánchez han dado muestras en los últimos días de estar apuntando al Ministerio del Interior dirigido por Fernando Grande-Marlaska en búsqueda de responsables por el espionaje. El 'caso Pegasus' hizo que Unidas Podemos, ERC y Bildu estallasen con virulencia contra la ministra de Defensa, Margarita Robles, que en un Pleno del Congreso justificó con la siguiente frase el hackeo al móvil de líderes secesionistas: «¿Qué tiene que hacer un Estado cuando alguien vulnera la Constitución, cuando alguien declara la independencia?».

ERC pidió su dimisión directamente y la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, cargó contra su compañera de gabinete sin paños calientes. Pero, de un día para otro, todos aflojaron los colmillos. ¿Qué había cambiado?, preguntaban los periodistas en las ruedas de prensa. Los secesionistas dejaron de exigir su destitución porque entendieron que era contraproducente: habían sido espiados, algo «muy grave», y encima no iban conseguir su cabeza. Fuentes de Unidas Podemos explicaron a ABC en aquel momento que tuvieron que «bajar el diapasón» porque no iban a conseguir la dimisión de Robles , una ministra que el presidente tiene blindada. Podemos escondió entonces a Belarra, que acaparó mucho foco mediático y desgaste cargando sin éxito contra un miembro de su propio gobierno. Y que Robles esté en el Ejecutivo le sirve a Podemos para marcar perfil propio contra el PSOE. Se vio con Pegasus, pero también con el envío de armas a Ucrania.

Recuperan «las cloacas»

Marlaska se convirtió entonces en el objetivo una vez entendieron que con el cese de la directora del CNI, Paz Esteban , por ahí ya no había más recorrido. El ministro del Interior también fue espiado por un agente externo junto a otros miembros del Gobierno, como el presidente, según comunicó Moncloa.

Unidas Podemos, ERC, Bildu, PDECat, Junts, BNG, Compromís y CUP registraron una comisión para investigar la posibilidad de células 'parapoliciales' en Interior que espíen al margen de la ley, después de que los socialistas tumbaran una comisión centrada en Pegasus. Se trató de un intento nuevo de investigar en el Congreso si siguen existiendo las llamadas «cloacas del Estado» y la «vinculación de varios estamentos oficiales del Estado y un entramado (...) con objetivos al margen del interés general y presuntamente financiado con fondos reservados». PSOE y Partido Popular tumbaron en la Junta de Portavoces del pasado martes este intento de fiscalizar el trabajo de Marlaska al frente del departamento. A los pocos días, el PNV registró una pregunta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El portavoz del grupo nacionalista vasco, Aitor Esteban, quiso saber si la Guardia Civil o la Policía Nacional disponía del programa Pegasus. Sánchez respondió entonces que «ni la Guardia Civil ni la Policía Nacional disponen» de esa herramienta.

Pero la duda del PNV estaba legitimada porque fuentes de Defensa habían planteado en los pasillos del Congreso que quizá otros Cuerpos de seguridad disponían de dicho sistema de hackeo. Esteban respondía a Sánchez así: «Asegúrese bien de eso porque es un instrumento muy invasivo».

«Luz y taquígrafos»

La semana pasada fue el propio Marlaska quien repetía que la Policía no había utilizado contra el independentismo el sistema. La diputada Míriam Nogueras, de Junts, le preguntó en la sesión de control qué programa utiliza la Policía «para espiar a opositores» y apostilló que todavía no demostró no haberlo hecho. «Demuestre que no existen cloacas del Estado porque no ha presentado ni una sola prueba» , le espetó Nogueras, y siguió: «Piense mucho esto porque se sienta en la mesa donde se marcan las directrices políticas del CNI». Marlaska explicó que Interior tiene «los medios de interceptación necesarios», pero que se «sólo se activan ante una resolución judicial» y que «todo se hace con luz y taquígrafos». E insistió en que en España no se persiguen «ideas, sino hechos susceptibles de delito».

Desde fuera de la política, aunque con el altavoz que le concede ser exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, dice que Robles y Marlaska no pueden seguir en su cargo: «La primera obligación de un ministro de Interior y de una de Defensa es proteger al presidente del Gobierno y si no han podido proteger el teléfono móvil del presidente, por mucho que se coloquen de víctimas, su situación es insostenible».

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