Sánchez culpa al CNI de las escuchas a los independentistas
Anuncia la reforma de la ley del CNI y otra norma de secretos oficiales, pero sin contentar a los independentistas
Dedica buena parte de su discurso sobre Pegasus a atacar al PP y presume de un Gobierno «ejemplar»
Editorial | Sánchez se desconecta de España
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) realizó las escuchas a Pere Aragonès y otros diecisiete dirigentes independentistas sin que mediara orden del Gobierno, que tampoco fue informado de ese seguimiento. Es la versión que ha ofrecido este jueves Pedro Sánchez durante su comparecencia monográfica (a petición de los partidos separatistas) sobre la crisis de Pegasus, el sistema con el que también se infectó su propio teléfono y los de los ministros del Interior y Defensa, Fernando Grande-Marlas y Margarita Robles, en 2021. «El Gobierno ni conoce ni decide sobre las decisiones operativas del CNI» ha sentenciado desde la tribuna de oradores, en una primera intervención de una hora que estuvo en buena medida dedicada a reivindicar su presidencia, de la que la semana que viene se cumplen cuatro años.
Sánchez, en un claro mensaje a sus aliados independentistas y a su electorado, a unos días también de que comience la campaña electoral en Andalucía, arrancó blasonando de haber encabezado un «Gobierno ejemplar» en un momento, 2018, en el que según su relato, «la opinión pública española asistía entre atónita e indignada a una cascada interminable de escándalos de corrupción de sus gobernantes, que con una mano recortaban y con la otra cobraban sueldos en B». Una frase que provocó la primera de muchas ovaciones de su bancada, en una intervención cuyo primer cuarto estuvo dedicado íntegramente a atacar al PP y a advertir a sus socios del peligro que a su juicio supondría una eventual llegada de los de Alberto Núñez Feijóo al poder. «¿Cómo podemos estar seguros de que esas conductas no van a repetirse si tienen opción de hacerlo en el futuro?» se ha interrogado retóricamente este jueves, citando una y otra vez la trama Kitchen de espionaje desde el Ministerio del Interior, en tiempos de Jorge Fernández Díaz , como argumento de autoridad y como elemento de diferenciación entre su gabinete y el anterior. En su primera réplica, la portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra , le ha reprochado que hubiera actuado «más como líder de la oposición que como líder del Gobierno»
Pero además de críticas y advertencias sobre el PP y Vox, Sánchez se empleó a fondo, en lo que por momentos más parecía un debate de política general que una comparecencia monográfica sobre un caso concreto, en rehacer los puentes con ERC, a los que el episodio de las escuchas ha dañado como ninguno otro. En su segunda y última réplica al portavoz de los republicanos, Gabriel Rufián, el jefe del Ejecutivo le dijo que « lamento profundamente que todos estos sucesos hayan provocado una desconfianza entre las partes que estamos llamados, en la Generalitat y en el Gobierno de España, a avanzar en la mesa de diálogo». Un órgano oficioso bilateral boicoteado por el socio de ERC, Junts Per Catalunya , y para cuya próxima cita no hay fecha aún, aunque fuentes gubernamentales aseguran que se trabaja para cuadrar las agendas y poder celebrar una nueva cumbre.
Ley del CNI y de secretos
Sánchez, que en ningún momento del debate, de cinco horas de duración en total, consideró oportuno explicar las razones del cese de Paz Esteban al frente del CNI , ha anunciado este jueves una reforma de la ley orgánica que regula a los servicios secretos, que data de 2002. E igualmente, el impulso a una nueva ley de secretos oficiales que, como se encargó de recordar, no se cambia desde 1968, es decir, enfatizó, «durante la dictadura». La reforma del CNI, según precisan fuentes de Moncloa, será una ley orgánica que se intentará completar antes de que termine la legislatura con el objetivo, como ha expresado el propio Sánchez, de «reforzar las garantías» del control judicial de los servicios secretos. En cuanto a la nueva regulación de los secretos oficiales, será una proposición de ley del propio Gobierno, independiente de la que ya está en trámite en el mismo sentido del PNV, y que podría aprobarse incluso antes del verano.
Sin embargo, los anuncios no parecieron contentar excesivamente a los socios. «¿Qué ha venido hoy a hacer aquí?» le ha espetado Rufián, mientras que la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha advertido que «el Gobierno espía a quienes permitimos que se mantenga». Por su parte, el portavoz del PNV, Aitor Esteban , ha aseverado que «no sé qué me produce mayor desazón: que conociera el espionaje a rivales políticos por parte del CNI o que no lo conociera». Cuestión aparte, como suele ser habitual, fue lo relativo a Junts, el partido de Carles Puigdemont, del que Sánchez ha recordado veladamente sus vínculos con Rusia . «No voy a entrar a valorar las relaciones comprometidas de determinados líderes independentistas catalanes con dirigentes de otros países, que ahora sabemos a ciencia cierta que perseguían la desestabilización de las democracias europeas» ha deslizado oportunamente, como también, con la misma táctica de decir que no entraría en ello, ha aludido a las «dudas razonables sobre la metodología del informe de Citizen Lab » el organismo internacional que denunció las escuchas a más de 60 personas del mundo separatista.
Mucho más cauteloso se mostró al evitar mencionar a Marruecos cuando se ha referido este jueves a las escuchas con el mismo sistema Pegasus al presidente francés, Emmanuel Macron . Fue obra, ha dicho, de «la acción de otros países». Desde que se conoció la infección de su teléfono y de los de Robles y Marlaska, en mayo y junio de 2021 , se han desatado las especulaciones sobre la autoría de Rabat , precisamente en el momento de mayor tensión con el vecino del sur, con un asalto migratorio inédito a Ceuta en respuesta a la acogida en un hospital público de nuestro país del líder del Frente Polisario, Brahim Gali . Este mismo año, Sánchez dio un giro copernicano a la política exterior española al renunciar , en una carta dirigida a Mohamed VI, a reivindicar la autodeterminación del Sahara , la antigua colonia española. Un volantazo que ha suscitado un importante conflicto con sus socios parlamentarios y con el de coalición, Podemos.
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