Marlaska defiende que Bildu visite a los presos de ETA y que la dispersión es «vivir en el pasado»

Los diputados de Bildu son «autoridades públicas» que tienen «el derecho y la obligación de ejercer sus funciones en los términos que crean convenientes», en concreto visitar a los presos de ETA en las cárceles. Es la respuesta que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ha ofrecido hoy ante los reproches de Vox, que ha planteado que esas visitas se están produciendo en el marco de «un proceso de negociación indirecta» con los miembros de la banda que cumplen condena, según el cual los abertzales estarían actuando como intermediarios para «tratar de convencer a los presos para que acepten un acuerdo que permita un acercamiento generalizado al País Vasco«. El diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro ha subrayado que el fin sería «terminar en una excarcelación encubierta generalizada».

El debate se ha desarrollado dentro la sesión de control al Gobierno, durante la que el ministro ha negado que vaya a producirse un acercamiento de ese tipo, -no así los «individuales», que ya han sido 41 bajo el mandato de Pedro Sánchez- y ha descartado la validez de la política de dispersión que se aplica a los etarras. Es, ha dicho, un instrumento que fue útil cuando ETA estaba activa, pero reivindicarla ahora es «la prueba de que ustedes (Vox) viven en el pasado», porque a juicio del ministro, la banda «fue vencida, estamos en otro momento histórico».

Marlaska ha comparado las visitas de los representantes de Bildu a las cárceles con el «mitin electoral» que se autorizó celebrar en la prisión de Huelva a Vox, en cuyo nombre Gil Lázaro ha acusado al Gobierno de estar practicando un «mercadeo miserable» con los acercamientos y terceros grados a reos de ETA en pago por los apoyos de los abertzale y de Bildu.