Parricidio Logroño

La madre de Logroño: «Llevo cinco años infernales, llego hasta aquí»

La abuela suicida: «Adri está cansada de ver a Carol sufrir. Sabes que él no las va a dejar vivir»

Trágico suceso en Logroño ABC Multimedia

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Adriana Ugüeto, la madre de la niña de cinco años muerta en el hotel Los Bracos de Logroño, aseguró que encontró a su hija sin vida después de salir del cuarto de baño. Está en prisión acusada de haber matado a la pequeña Carolina, a la espera de que las pruebas forenses determinen la causa y se pueda establecer la hora a la que se produjo el crimen.

Adriana, de 35 años, y su madre Olga Febles, que se suicidó en el río Ebro , dejaron varias cartas -a las que ha tenido acceso ABC- en la casa familiar de Haro anunciando su intención. Madre e hija hablan de motivaciones distintas pero ninguna escribe explícitamente de acabar con la niña. En la más larga, dirigida por Olga a su hijo Ramón, de 19 años, explica: « Adri se viene conmigo porque tu padre tiene razón, así como está no puede ofrecerle nada a la niña y no quiere verla sufrir , ya sufrió bastante desde pequeña y sabemos que por unos drogadictos y eso es el futuro que le espera». La mujer le detalla la estafa que sufrió de casi cien mil euros (los envió a un individuo que decía trabajar para la ONU y tener dos hijos enfermos), y le pide perdón por quitarse la vida. « Esto es muy díficil para mí, el dejarte me resulta insoportable pero no tengo otra salida. Te amo con todo mi corazón ».

En otra, dirigida a su marido -él vive en Madrid y no estaban juntos- es más clara: «Me suicidio porque no tengo valor para darles la cara a ti y a Peke», en referencia a que se ha quedado en la ruina tras la estafa. Le habla de su hija Adriana: «Ella no quiere ser una carga para nadie. Ella solo ha estado al servicio de todos porque es la única que conduce (...) Adri está cansada de ver a Carol sufrir. Sabes bien que Javier (el padre de la niña y expareja de Adriana) no las va a dejar vivir. Su decisión no tiene nada que ver con la mía ». Esta frase tan reveladora apuntala que habían planificado el suicidio de ambas y aparentemente también la muerte de la pequeña.

Adriana Ugüeto, la madre, escribió otras cartas. En una de ellas, dirigida a Diego, al que llama «mi querido tato» le pide que no llore porque por fin se ha liberado. «Estoy tranquila, llegó la hora de cerrar los ojos y a pasar a otro plano donde podamos tener tranquilidad. Han sido cinco años infernales (esa era la edad de su hija) y mi carrera de fondo llegó hasta aquí ». Es un texto descorazonador en el que asegura que mira a su alrededor y «todo lo que hay es nada». «Ya no es solo voluntad sino las circunstancias».

Es también llamativo que no haga ni una sola mención a su hija, más allá de la referencia temporal cuando comenzaron los problemas con su expareja. Pese a su inequívoca intención de quitarse la vida, solo se provocó unos cortes superficiales. En otro texto, dirigido a su padre, añade: Lo siento mucho papá pero ahora que tengo a Carolina a mi lado siento que hago lo correcto».

Su madre, Olga Febles, se muestra en las dos cartas desesperada por su situación económica y el engaño sufrido. «Llevo seis meses luchando y sufriendo con esto y no puedo más. Mi vida es un infierno». En la misiva dirigida a su hijo, la más emotiva, le pide perdón varias veces y añade: «Esto no lo he hecho ni por Adri ni por Carol. Sé que me equivoqué, metí la pata hasta el fondo, he intentado arreglarlo por todos mis medios pero no lo he podido hacer». Tras contarle la estafa, denunciada ante la Policía el pasado septiembre, Febles anima a su hijo a que la ONU le indemnice a él y a su hermana Daniela porque «tu padre no va a hacer nada».

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