Suceso Logroño

«Siempre te he querido y no te he sido infiel», le escribió la madre de La Rioja a su expareja

La detenida por la muerte de su hija niega haberla matado; la mujer y su madre dejaron siete cartas escritas. El hermano acudió la noche anterior al cuartel porque habían desaparecido las tres, pero no entregó las cartas

Levantamiento del cadáver de la abuela de la niña EFE | Vídeo: El delegado del Gobierno dijo que la madre de la niña muerta, "no es colaborativa"

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Adriana Carolina Ugueto, detenida por la muerte de su hija Carolina de cinco años, niega haber matado a la niña e insiste en que la pequeña murió «por causas naturales». La mujer, de 35 años, continúa ingresada en la Unidad de Psiquiatría del Hospital San Pedro de Logroño y no ha declarado, pero esas son las palabras que les ha dejado caer a los policías que han hablado con ella, según explicó ayer el delegado del Gobierno en La Rioja, José Ignacio Pérez Sáenz.

Sáenz confirmó que tanto Adriana como su madre Olga Febles, cuyo cadáver apareció en el río Ebro el martes, dejaron varias cartas escritas; siete, según ha podido saber ABC. En una de ellas, dirigida por Adriana a su expareja, el padre de la pequeña, le decía que siempre le «había querido» y no le «había sido infiel». Son cartas confusas en las que tanto ella como su progenitora hablan explícitamente de acabar con sus vidas aunque no de hacerle daño a la niña de forma clara . Según fuentes de la investigación, sí apuntaba a que se quería quedar con ella.

« Se narra una voluntad, que es tanto de la una como de la otra, de quitarse la vida y en la redacción de las cartas se hace referencia a la niña, pero no dicen que le vayan a hacer nada», insistió el delegado del Gobierno. En ellas también se hablaba de la separación de la pareja y de la pérdida de la custodia de la pequeña.

La secuencia de hechos y el papel de cada uno de los protagonistas aún está rodeado de incógnitas. La principal, la causa de la muerte de Carolina, dado que la autopsia preliminar no es concluyente y se está a la espera de los resultados de Toxicología para saber si en su cuerpo hay rastro de algún tipo de medicamentos, sin descartar que la niña pudiera haber sido asfixiada. «La madre dio a entender a conocidos que la niña estaba enferma, pero no consta que sea cierto» , explicó Pérez Sáenz. Tampoco hay constancia en ningún organismo oficial que Adriana Ugueto tuviera problemas psiquiátricos, pese a que su comportamiento así parece indicarlo.

Adriana Ugueto y su expareja Javier Corral, padre de la pequeña, llevaban cruzándose denuncias desde 2015, poco después del nacimiento de Carolina . Tras la separación, ella obtuvo la custodia, pero hace más de dos años se le concedió a él. En mitad de ese proceso, la mujer habría interpuesto denuncias de abusos contra el padre que no se probaron. En tres ocasiones al menos Javier la había denunciado por no entregarle a Carolina a la hora convenida. La del domingo pasado fue la cuarta.

El padre se presentó en el cuartel de Haro y explicó que hacía dos horas que debía haber recogido a su pequeña. Antes que él había acudido a ese mismo cuartel Ramón Ugueto, hermano de Adriana y tío de la niña, de 19 años. Explicó que su hermana, su madre y su sobrina se habían ido de casa de madrugada, en coche, y no habían vuelto. No sabía dónde estaban, pero no interpuso denuncia. Los agentes hicieron algunas gestiones por si habían sufrido un accidente, sin resultados.

A esas horas, Adriana, su madre Olga y la niña estaban supuestamente en el Hotel Los Bracos de Logroño, donde el lunes se halló muerta a la criatura y a la madre con cortes en los brazos. El cadáver de la abuela fue encontrado al día siguiente en el Ebro.

Esa misma mañana, en torno a las once menos cuarto, Ramón Ugueto volvió al cuartel y entregó las siete cartas que habían dejado las supuestas suicidas : su madre y su hermana. Los investigadores le han tomado declaración y tratan de aclarar si llegó a intuir lo que se proponían sus familiares.

Hoy el juez decidirá si interroga a la detenida o espera a que abandone su actitud «ausente».

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