El juez ordena a Fernández Díaz que entregue el móvil que usaba cuando se desplegó Kitchen

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha dictado un auto al término del careo celebrado este viernes entre el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz y quien fue su número dos, Francisco Martínez, en el que ordena al primero que entregue el teléfono móvil que utilizaba en 2013, cuando se desplegó la operación Kitchen.

El auto expone que « el terminal ha adquirido la condición de verdadero cuerpo del delito » dado que se trata de un efecto «directamente relacionado con la comisión del delito y de cuya trascendencia se tiene conocimiento a raíz de las contradicción detectadas».

Se refiere al hecho de que resulta «esencial» para corroborar si los mensajes SMS y whatsapp que Martínez consignó ante notario y que probarían que Fernández Díaz estaba al tanto de la Operación Kitchen existieron o no, puesto que el exministro niega la veracidad de esas comunicaciones.

Y el acceso a esa comprobación, conforme expone el juez, «no puede practicarse de otra manera que no sea mediante la entrega del dispositivo, procediéndose al registro del mismo ».

Ya tras la declaración que prestó Fernández Díaz el pasado 29 de octubre, el juez, a instancias de Anticorrupción, le requirió el terminal que llevaba encima para comprobar sobre la marcha la existencia o no de esos mensajes. No estaban en el teléfono, lo que no era de extrañar dado que el propio exministro le había avisado de que desde 2013 había cambiado más de una vez de teléfono , la última, el pasado mes de abril.

Al término del careo de este viernes, en el que ambos se han enrocado en sus posiciones antagónicas sobre la Kitchen, Fernández Díaz iba a aportar el terminal, pero han surgido discrepancias. Finalmente, el instructor ordena al exministro que entregue los dos teléfonos, tanto el que usaba en 2013 como el que 'jubiló' el pasado abril . «Una vez entregados se procederá a citar al interesado junto con su defensa para proceder al examen del terminal», añade.

Le requiere además que «asegure la integridad de los dispositivos, hasta tanto se proceda a su entrega» y le apercibe de que, en caso contrario, podría incurrir en responsabilidades por ocultación o destrucción de efectos judiciales.