El juez envía a prisión a la etarra Natividad Jáuregui, a la espera de juicio tras ser entregada por Bélgica

La Policía la trasladó a España este domingo tras casi cuarenta años huida de la Justicia

La etarra Natividad Jáuregui, este domingo a su llegada a España EFE

Isabel Vega

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El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha acordado este lunes prisión provisional comunicada y sin fianza para la etarra  Natividad Jáuregui por delitos de atentado y asesinato terrorista contra el teniente coronel Ramón Romeo Rotaeche el 19 de marzo de 1981 en Bilbao, hecho por el que será juzgada después de que las autoridades belgas la hayan entregado a España. 

En un auto, el titular del Juzgado Central de Instrucción 5 acuerda la prisión a instancias de la Fiscalía de la Audiencia Nacional atendiendo a su riesgo de fuga, habida cuenta de que estando procesada, ha permanecido durante años huída de la justicia y no ha sido hasta ahora posible conseguir su comparecencia para informarle de sus derechos y tomarle declaración. 

«Esto solo ha ocurrido cuando judicialmente ha sido posible trasladarla, contra su voluntad, conducida por la fuerza pública, tras largos años de espera por los procesos judiciales, lo que a su vez ha supuesto de perjuicio para los intereses generales, la causa de la justicia, los derechos de las víctimas y la exigencia derivadas del debido proceso sin dilaciones indebidas», subraya el juez.

Detenida en Bélgica

Jáuregui, alias «La Pepona», fue detenida el fin de semana en Bélgica en virtud de una Orden Europea de Detención dictada desde la Audiencia Nacional en octubre de 2019 pero no era la primera reclamación. La justicia de aquel país ha hecho caso omiso a las reclamaciones españolas, pese a ser por un delito de sangre, hasta un punto en que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos amonestó a Bélgica por su nula colaboración.

A su huida durante treinta años , el juez añade para sustentar el riesgo de fuga que la envía a prisión que Jáuregui no tiene ya arraigo alguno en España, donde no reside desde hace más de treinta años, y si bien acredita que cuenta con familiares que se habrían «comprometido a acogerla», el hecho es que ella tiene toda su vida en Bélgica, donde venía regentando un restaurante.

«Existe un riesgo indiscutible de que la procesada pueda optar por sustraerse a la disposición del Tribunal marchándose del país, refugiándose en otro Estado en el que hubiera que comenzar nuevo proceso extradicional»

«Estas circunstancias, unido a la gravedad de los hechos y la pena que podría eventualmente ser impuesta, ponen de manifiesto un elevado riesgo de fuga. Existe un riesgo indiscutible de que la procesada pueda optar por sustraerse a la disposición del Tribunal marchándose del país, refugiándose en otro Estado en el que hubiera que comenzar nuevamente durante años un nuevo proceso extradicional», asegura el juez De la Mata. 

En el auto, recuerda que Jáuregui formaba parte de una facción del Comando Vizcaya de Liberados perteneciente a la organización terrorista ETA «en el periodo comprendido entre enero y julio de 1981».

«Sobre las 10 horas del día 19.03.1981 y en las inmediaciones de la Basílica de Begoña los miembros del citado comando Francisco Javier Zabaleta (fallecido) y Natividad Jáuregui acometieron disparando con las armas que portaban al Teniente Coronel don Ramon Romeo Rotaeche, quien falleció como consecuencia de dicha acción», expone. Procesa así por atentado terrorista y asesinato terrorista.

Durante la vista de este lunes, su defensa ha alegado que los hechos están prescritos, pero el instructor, tras repasar todas las actuaciones practicadas en los últimos años, entiende que el vencimiento se suspendió, porque hubo decisiones «dotadas de auténtico contenido material y no de trámite, dirigidas a la efectiva prosecución del procedimiento (sin perjuicio de que esto fuera o no posible».

Señala, por ejemplo, que si bien la causa por el asesinato de Romeo Rotaeche fue sobreseída con carácter provisional en 1983 por falta de autor conocido, la causa se reabrió en 1982 cuando Enrique Letona prestó declaración mencionando expresamente a Jáuregui. En 1995 se abrió de nuevo para incorporar los reconocimientos fotográficos y declaraciones de Sebastián Echáis Alcorta , que también la responsabilizó del atentado.

De nuevo en 2003 hubo de reabrirse la causa por la detención de Borde Gaztelumendi y cuando en 2005 el instructor la archivó de nuevo sin haber acordado procesamiento, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le ordenó reabrirlo y seguir adelante contra «La Pepona».

Para De la Mata, estos razonamientos «impiden acoger la tesis planteada por la defensa, que no es, desde luego, cuestión tan obvia como se pretende».

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