El juez enfila al banquillo al denunciante del caso Villarejo y al excomisario de Barajas Carlos Salamanca
Se le acusa de delito de cohecho y otro contra los derechos de los ciudadanos extranjeros
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha acordado procesar al que fuera comisario del aeropuerto de Barajas Carlos Salamanca y al denunciante original del caso Villarejo , Francisco Menéndez , por delitos de cohecho, contra la hacienda pública y contra los extranjeros.
En un auto dictado este miércoles, el instructor pone así fin a la primera de las piezas separadas de la macrocausa Tándem ; que cuenta con 28 líneas de investigación de las que tres están ya pendientes de juicio: Land, Iron y Pintor.
En este caso, se trata de la relación entre Menéndez y Salamanca para a cambio de dádivas, como vehículos de alta gama o relojes, permitir el acceso a territorio español por el aeropuerto de Barajas de determinadas personas que eran de su interés. En concreto, eran empresarios ecuatoguineanos de la empresa petrolera nacional de Guinea Ecuatorial, Gepetrol , a la que estaba vinculado el empresario.
Menéndez es el administrador de una empresa denominada Framen Consultores. De acuerdo a la investigación, facturó a sus clientes de Guinea Ecuatorial «para que llevaran a cabo negocios ilícitos en España» más de 17,1 millones de euros en 2011 y otros 4,2 millones en el año 2012 por servicios «irreales».
Actuaba «a modo de cortafuegos para enmascarar el origen del dinero procedente de sus socios guineanos, y con objeto de recabar la prestación de servicios de apoyo para dichos clientes» que sólo se podían prestar «mediante el abuso de la condición policial» , se reunió con Salamanca, que entonces era el jefe del puesto fronterizo en el Aeropuerto de Barajas y desde 2016, comisario jefe de la Unidad de Fronteras. Los hechos que se investigan abarcan hasta 2015.
Trato VIP y sello en frontera
El acercamiento fue a través de otro empresario español con negocios en Guinea Ecuatorial, ya fallecido, y para el que, según detalla el instructor, Salamanca «venía prestando» servicios « aprovechándose del cargo que ostentaba» a cambio de «dádivas de carácter suntuario».
Una vez establecida la relación, Salamanca, «a cambio de la obtención de dádivas de elevada cuantía, prevaliéndose de su cargo como Comisario Jefe del Aeropuerto de Madrid-Barajas para que se concediera de forma arbitraria la autorización administrativa pertinente» e «incumpliendo groseramente» la normativa en torno a los visados en frontera, permitió la entrada en España de distintos cargos de la petrolera ecuatoguineana.
«Las irregularidades de los correspondientes expedientes administrativos de concesión de visados en frontera, atribuibles al investigado Carlos Salamanca Vilches en su condición de Jefe del Puesto Fronterizo del Aeropuerto de Madrid-Barajas, constituyen parte del sólido cuadro indiciario aportado por la investigación policial», dice el auto, que recuerda que en sus declaraciones judiciales, el comisario no fue capaz de aclarar esas irregularidades de forma «convincente».
No sólo les ponía el sello que les daba acceso a territorio español, sino que se encargaba de que fuesen recibidos como VIP en el aeropuerto. Constan once personas en el sumario que se habrían beneficiado de este trato de favor a cambio de un «amplio abanico de regalos» que asumía Menéndez, entre ellos varios coches de alta gama, relojes de lujo, viajes, asiento en palco para partidos del Madrid y efectivo por encima de los 135.000 euros.
Además de estos presuntos delitos de cohecho, que el empresario ratificó punto por punto y de los que aportó documentación, el juez procesa a Menéndez por delitos contra la Hacienda Pública. Este asunto se venía instruyendo en un juzgado de Madrid pero la Audiencia Nacional asumió las pesquisas porque estaban relacionadas con el papel de este empresario que se investigaba en el caso Villarejo.
Según detalla el auto, la empresa de Menéndez ocultó a la Hacienda Pública en 2011 y 2012 «los rendimientos realmente obtenidos en su actividad» mientras Menéndez, no sólo no declaró en el IRPF esos mismos rendimientos sino que se desgravó además en 2012 «gastos que deben reputarse falsos». De 2011 se calcula una cuota defraudada de 1,8 millones de euros y de 2012, otros 232.000 sólo en el impuesto de sociedades pues en el IRPF, la cuota defraudada se estima por encima de los 147.000 en ambos ejercicios.
Conexión Villarejo
Fue Carlos Salamanca, conforme detalla el auto, la persona que puso en contacto a este empresario con el comisario Jose Manuel Villarejo para la contratación del denominado «Proyecto King», sobre las actividades que desplegó para los ecuatoguineanos, que se investiga en otra pieza separada.
Y por Villarejo, Menendez acabó tirando de la manta. Según él mismo declaró en septiembre de 2017, un par de meses antes de que el comisario y parte de su clan fuesen detenidos en lo que ahora se ha convertido en la macrocausa Tándem, había pagado tanto a Villarejo como a su socio empresarial, Rafael Redondo, ingentes cantidades de dinero pero no cumplían y le tenían amenazado.
Entró en contacto con David Vidal, que que trabajó durante una década en el Centro Nacional de Inteligencia. Según el relato que expuso en distintas entrevistas, recopiló toda la información disponible y la puso en manos de la Guardia Civil primero y después, de la Fiscalía Anticorrupción en un sobre con un nombre escrito a mano, Asunción Mba.
De ahí, un mes de abril de 2017 se incoaron diligencias previas y de ahí, tres años después, Villarejo sigue en prisión provisional y tiene al menso 28 piezas separadas de investigación en la Audiencia Nacional y un horizonte penal de más de 100 años de cárcel.
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