Franco dimite como SG de Madrid y Gabilondo no recogerá el acta
El secretario de Organización del PSOE, Jose Luis Ábalos, ha confirmado también esta tarde que el candidato Ángel Gabilondo no recogerá finalmente él acta de diputado
Vestigios de vida en el PSOE de Madrid. Después de cerrar ayer en falso la crisis abierta por los malos resultados del partido en las elecciones del pasado 4 de mayo, en aras de una transición tranquila, el secretario general de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, ha presentado su dimisión «tras asumir la responsabilidad del pésimo resultado». Una gestora elegida por la dirección federal conducirá el partido hasta el Congreso Regional que se celebrará a finales de año.
El secretario de Organización del PSOE, Jose Luis Ábalos, ha confirmado también esta tarde que el candidato Ángel Gabilondo no recogerá finalmente él acta de diputado.
Su salida se justifica en el intento de que estos malos resultados «no se utilice para atacar al Partido Socialista y al Gobierno de España», dicen los socialistas en un comunicado. Es decir, se levanta un cortafuegos diciendo expresamente que se está levantando. Que se ejecuta ese sacrificio para que otros protagonistas de más alto nivel no se vean afectados. Y se hace pese a que la intención inicial del interesado y del partido fue no tomar decisiones drásticas y precipitadas.
De hecho, en la Ejecutiva regional celebrada ayer se salió con el mensaje de que había que buscar «una transición ordenada». Pero algunos dirigentes, entre ellos importantes alcaldes de la región, transmitieron que debían tomarse decisiones contundentes. Y se hablaba de la necesidad de que la dimisión de la dirección para que una gestora pilotase el camino hasta el próximo congreso regional.
La salida de Franco no es traumática, ya que todo el mundo contaba con renovar su liderazgo a finales de este años. Pero sí era considerada imprescindible para muchos. Aunque en la federación madrileña son multitud los que no consideran que ni él ni Gabilondo sean los responsables de lo sucedido. No se les culpa a ninguno de ellos por la campaña. Pero ambos si son señalados cuando en el partido se critica la «floja labor de oposición» desempeñada en los dos últimos años. Dilapidando el capital político de haber ganado las últimas elecciones.
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