El independentismo se presentará roto a la cita electoral
ERC no ha ganado nunca unas elecciones autonómicas ni ha superado a JpC o CiU
![El presidente de la Generalitat, Quim Torra (JpC), junto a su vicepresidente, Pere Aragonés (ERC)](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2020/01/29/aragones-torra-govern-U03487684626PDk-1248x698@abc.jpg)
Junts per Catalunya (JpC) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) pondrán fin a un gobierno de la Generalitat cuya prioridad ha sido la de mantener vivo el pulso al Estado de Derecho, tras la apuesta secesionista de 2017, que acabará en una auténtica guerra política entre ellos. La aventura liderada por Quim Torra , quien recibió el encargo político de Carles Puigdemont (que a su vez lo asumió de Artur Mas ), tras su fuga de España una vez declaró la independencia de Cataluña y se pusieron en marcha las medidas derivadas del artículo 155 de la Constitución, acabará poco después de que se cumplan dos años de Presidencia autonómica. Fue el 17 de mayo de 2018 cuando Torra se convirtió en presidente de la Generalitat sin haber sido candidato, igual que sucedió en enero de 2016 con Puigdemont, y hoy ya está en la prórroga a la espera del Supremo.
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Las luchas (sobre todo soterradas, pero en ocasiones en público) durante estos dos años entre JpC y ERC, formaciones que ya se presentaron por separado a la cita electoral de diciembre de 2017, tras haber ido juntos en 2015 (bajo la marca Junts pel Sí), han sido una constante. Las consejerías de la Generalitat se formaron como estancos y Torra ha mantenido la Presidencia de forma autónoma, rodeado de muy pocos fieles . Y, eso sí, de obediencia ciega a Puigdemont.
Centrifugar discrepancias
Así, el Govern ha centrifugado las discrepancias, pero no las ha podido esquivar en el Parlament, donde los grupos han seguido caminos paralelos pero nunca han transitado por el mismo. El único punto en común de JpC y ERC es conseguir la independencia, pero desde 2017 y, sobre todo, desde la sentencia del procés, en octubre de 2019, que confirma la victoria del Estado de Derecho, JpC y ERC han discrepado en sus vías.
Intentando salvar el gobierno autonómico, el Parlamento de Cataluña —con la ayuda obligada de los grupos de la oposición— se convirtió desde el primer momento (hoy se cumplen dos años de la puesta en marcha de la legislatura) en el campo de batalla entre las dos formaciones. Así lo consideró Puigdemont y todo JpC, cuando Roger Torrent (ERC), presidente de la cámara, tomó la decisión de no aceptar el reto de sus socios y tratar de investir a Puigdemont presidente de la Generalitat desde Waterloo (Bélgica), tras la advertencia de la Justicia. La legislatura ya empezaba herida de muerte. La retirada del escaño a Torra por orden de la Junta Electoral Central y el visto bueno del Supremo, sin que Torrent se haya enfrentado a la Justicia, «ha sido la gota que ha colmado el vaso», en palabras de Albert Batet, presidente del grupo de JpC.
La próxima cita electoral en Cataluña volverá a enfrentar a JpC y ERC. El ganador de este partido particular lo convertirá en el líder del mundo secesionista, al que la CUP quiere reengancharse aprovechando la guerra abierta entre los dos socios del gobierno de la Generalitat. Se da por hecho que, si dan los números, tendrán que volverse a entender, pero en ERC desean poder sumar con el PSC y los comunes y reeditar un nuevo tripartito (2003-2010)... pero liderándolo Pere Aragonès (ERC).
Desde la distancia, Puigdemont, que en la última cita electoral, las elecciones al Parlamento Europeo, ganó a su rival, Oriol Junqueras, volverá a jugar un papel trascendental en JpC. ERC nunca ha ganado a JpC (antes CiU) en unas elecciones autonómicas en Cataluña.