EL PSOE VISTO DESDE DENTRO

PSOE: «Lo importante ahora es España y su Gobierno, ese es mi empeño»

Tras descartar un apoyo al PP, a Sánchez le resta pactar con Podemos o ir a nuevas elecciones

Pedro Sánchez AFP

GABRIEL SANZ

«Lo primero ahora es España y su Gobierno; ese es mi empeño», confesó Pedro Sánchez a un próximo en plena ofensiva de los barones para relevarle al frente del PSOE . El partido todavía está en estado de shock tras ver hecha realidad el 20-D la advertencia que Felipe González lleva años formulando: «Corremos el riesgo de dejar de ser mayoritarios». Conoce el paño porque no en vano fueron él y Alfonso Guerra los artífices del milagro de hacer que el PSOE de Rodolfo Llopis, un partido poco relevante en la oposición al franquismo, se convirtiera en una máquina de ganar elecciones en democracia . Suya es la victoria más grande en estos 40 años (202 diputados en las elecciones de 1982) y desde esa atalaya no debe ser fácil contemplar cómo la vieja organización que fundara el Pablo Iglesias tipógrafo, el 2 de mayo de 1879, está a punto de sucumbir a manos de otro Pablo Iglesias y su más reciente creación: Podemos.

«Quiere sustituir al PSOE y no se lo vamos a permitir», se han venido repitiendo todos los dirigentes socialistas durante los últimos años , con poco éxito a juzgar por los 21 escaños que perdió el 20-D y, peor aún, solo 350.000 votos que separan a ambos partidos (5.530.693, 22.01% para los socialistas, 5.189.333, 20.66% para los de la formación morada).

¿Y ahora, qué? Es la pregunta que recorre como un fantasma los pasillos de Ferraz desde el 20-D por la noche. Pues depende de con quién se hable. Cuanto más cerca esté el interlocutor del círculo que rodea a Pedro Sánchez más fuerte es la tentación a lo que los barones críticos llaman «huida hacia adelante» que se traduce en «gobernar como sea, y viceversa. El «espectáculo lamentable» que, en palabras de Patxi López, está dando la que sigue siendo segunda fuerza del país en votos y escaños tiene mucho que ver con el ataque de pánico que les ha entrado a todos sus dirigentes.

A la espera de un milagro

Se saben presos de un dilema letal: Gobernar ahora con Podemos, sus mareas, IU, los independentistas de ERC, el PNV y todo cuanto sume hasta llegar a los ansiados 176 diputados -a la espera de un milagro dentro de dos, tres o cuatro años- o arriesgarse a repetir ahora unos comicios con Podemos absolutamente en alza. «Con que la mitad de los que han votado IU se pasen a Podemos, sin contar con que Garzón no pase a la organización entera, y con que 200.000 nuestros se queden en casa, ya nos pasan», se lamentaba amargamente un exdirigente en la semana posterior al 20-D a la hora de expresar comprensión por lo que está haciendo Sánchez. «Es que si apoyamos la investidura de Rajoy mejor que apaguemos la luz».

Quizá porque en eso están todos de acuerdo se entiende peor o, mejor dicho, se entiende como lo que es, una pura lucha de poder, lo que ha venido después: el empeño de los barones -suavizado el viernes por Susana Díaz- en trazar a Sánchez líneas rojas en la negociación con Podemos. González, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Luis Rodríguez Zapatero andan muy preocupados y se han puesto manos a la obra para mediar entre unos y otros.

Aún reconociendo que el PSOE ha sacado el peor resultado de su historia (1,4 millones menos que en 2011 y solo 90 diputados) creen que el postelectoral está siendo todavía peor ; de tal manera que el «sorpasso» de Podemos estaría hoy asegurado. Así que siguiendo la vieja máxima política «el que rompe, paga» intentan cerrar filas con Sánchez para que, si no hay gobierno pentapartito sea por culpa de los de Pablo Iglesias y no de ellos.

Ya habrá tiempo de pasarle factura a Sánchez por lo ocurrido, allá por marzo o abril, cuando se celebre el 39 Congreso Federal del partido y las navajas vuelvan a relucir, si llega el caso de que fracasa en la formación de gobierno. Porque si, por una de esas carambolas de la historia -necesita solo 167 votos y la abstención de los diputados de ERC (9) y la antigua Convergencia (8)-, Pedro Sánchez llegara a gobernar, se habría garantizado la paz interna hasta las siguientes elecciones.

IU y PNV ya han dicho sí

De momento, IU y el PNV (que tiene un acuerdo presupuestario con el PSE en el País Vasco) ya le han dicho sí a Sánchez, con lo cual a Podemos se le puede poner muy cuesta arriba decir no a esa «gran coalición de cambio progresista», como la denominó Sánchez en su presentación a bombo y platillo el pasado jueves en Lisboa. No fue casualidad que el líder del PSOE acudiera a verse con el primer ministro luso, Antonio Costa, en su primera salida tras el 20-D. Sánchez quiere emularle en su gobierno de izquierdas aunque, a priori, lo tenga más difícil a cuenta de la unidad de España. «No podemos gobernar a cualquier precio», es el mantra de todos, Sánchez y el resto.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación