Primera víctima de la guerra entre Génova y Ayuso: el director de Alcaldía de Madrid dimite por el espionaje
Ángel Carromero, mano derecha de Almeida, está señalado como líder de la trama contra Díaz Ayuso
Editorial: «La hora de las dimisiones»
Un partido político azotado por fuego amigo, una empresa de detectives y un coordinador de Alcaldía presuntamente interesado en recabar pruebas contra la presidenta de la Comunidad de Madrid . Esos son los tres ingredientes que han trasladado la trama de espionaje contra Isabel Díaz Ayuso desde Génova al Ayuntamiento de Madrid. Tan solo veinte horas después de que se desatase la guerra en el seno del Partido Popular , al descubrirse que se habría ordenado investigar al hermano de la líder regional, llegó la primera víctima del conflicto. Ángel Carromero , director general de Coordinación de Alcaldía, presentó este jueves por la tarde su dimisión por su implicación en el caso.
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Todas las miradas apuntan a Carromero como uno de los principales ejecutores del caso. No solo habría estado detrás de la investigación contra Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta, sino también contra el exmarido, Sergio Hernádez-Torre, y su exnovio , Jairo Alonso, desveló ayer ‘El Confidencial’. Carromero era hasta ahora la mano derecha de José Luis Martínez-Almeida y amigo de Pablo Casado desde que coincidieron en Nuevas Generaciones . Pero todo ha dado un giro de 180 grados.
El consistorio, campo de batalla
La operación contra Ayuso intentó realizarse mediante la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS), una sociedad pública y dependiente del Ayuntamiento de Madrid. El alcalde tuvo conocimiento el 15 de diciembre de que se habría producido una reunión entre un trabajador de la empresa y un detective para recabar pruebas sobre la supuesta comisión cobrada por Tomás Díaz Ayuso en un contrato de mascarillas . Almeida dio la orden al presidente de la empresa, Álvaro González, para que iniciase las averiguaciones, a las que se sumó Borja Carabante, delegado de Medio Ambiente y Movilidad y hombre de confianza de Almeida.
«Se reúnen tanto con el detective como con el trabajador. Ambos niegan que se haya celebrado una reunión », afirmó Almeida, quien también solicitó los contratos de la empresa durante los dos últimos años. «No existe ningún contrato con la empresa de detectives», añadió el alcalde, que aseguró que en caso de encontrar nuevas pruebas cesaría inmediatamente a cualquier implicado. «No cabe ninguna conducta intolerable en el ayuntamiento. No vamos a permitir que se utilice con fines partidistas y protegeremos su integridad», subrayó.
Almeida ya sabía que todo señalaba a Carromero. «Hablé ayer [por el miércoles] con él y me ha negado que haya hecho cualquier gestión contra Ayuso o sus familiares», dijo el también portavoz nacional del PP. Horas después, la consecuencia ya estaba sobre la mesa.
Una empresa pública en entredicho
La EMVS se crea hace cuarenta años y depende del Área Delegada de Vivienda, integrada a su vez en el Área de Desarrollo Urbano , dirigida esta por Cs. El Consejo de Administración, órgano de gestión, está compuesto actualmente por nueve miembros, entre los que hay concejales del PP, de Cs y de la oposición. El presidente, Álvaro González, ha tenido diversos cargos en el PP en diferentes distritos de Madrid y fue diputado autonómico en la Asamblea entre 2003 y 2015. Pertenece también al núcleo duro de Almeida.
Pese a ejecutar desde hace dos meses una auditoría en la sociedad, los miembros de Cs y de la oposición no tuvieron constancia –hasta que se publicó en los medios de comunicación– de que se estaba llevando a cabo. Así lo contó la vicealcaldesa, Begoña Villacís , y lo corroboró el vicepresidente de la EMVS y delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes . «Éramos ajenos a estos hechos. Hemos solicitado un Consejo de Administración extraordinario y tener acceso a la documentación para garantizar que no se ha utilizado dinero público con fines partidistas», afirmó la vicealcaldesa.
Pérdida de confianza en la coalición
La omisión de Almeida provocó las críticas de Villacís. «Exigimos lealtad y confianza», explicó ella, apuntando que va a investigar «hasta el último documento». «Al PP quiero decirle que no metan sus manos en el ayuntamiento. Esto era un Gobierno que trababa con lealtad y no vamos a tolerar que sus guerras internas nos manchen», aseguró, sin darse cuenta, hablando ya en pasado.
Begoña Villacís también puso el foco en que nadie de su partido pudo investigar la presunta implicación de la EMVS. «Que nos hayan dejado al margen no ayuda a la confianza. Se ha hecho muy mal », zanjó la vicealcaldesa.
El escándalo ha llevado al PSOE a registrar una petición en la Oficina Municipal Anticorrupción para que se indague en el presunto espionaje. Asimismo, la oposición planteará en el próximo pleno una comisión de investigación a la que también se ha unido Cs y con la que el PP se ha mostrado de acuerdo, haciendo ver que a esta trama todavía le quedan muchos capítulos que escribir.