Almeida abre una tregua en el PP de Madrid y se aparta de la guerra interna hasta el congreso
La dirección nacional da un toque de atención para frenar el debate antes de la convención nacional
La guerra interna en el PP de Madrid , que toca de lleno a la dirección nacional, se toma un respiro, o al menos eso es lo que quiere uno de los protagonistas principales de esta historia, el alcalde de la capital y portavoz nacional, José Luis Martínez-Almeida. Este martes ha confesado que está «harto» de un tema sobre el que giran la mayoría de las preguntas que los medios de comunicación hacen a los populares estos días. Y una vez llegado al hartazgo, ha optado por dar un paso al lado, abrir una tregua, aunque sea unilateral y apartarse de este enredo al menos hasta la próxima primavera, cuando está previsto que se convoque el congreso regional, motivo de las desavenencias con Isabel Díaz Ayuso .
Almeida se ha visto arrastrado en este inicio de curso político a una guerra interna casi a empujones. Es cierto que él ya había defendido hace meses la opción de la 'tercera vía' para presidir el PP de Madrid, es decir, una presidencia al margen de la Comunidad y el Ayuntamiento, como el modelo actual y el que imperó en el partido durante muchos años en la época de Aznar. En Génova siempre ha habido simpatía por esa idea, aunque ahora no quieran reconocerlo en plena refriega. El secretario general, Teodoro García Egea , sí ha advertido que el modelo actual, con Pío García-Escudero y Ana Camins al frente de la gestora, ha funcionado «muy bien» y el partido ha recuperado su dinamismo y su presencia en Madrid. Y por tanto todos tendrán que analizar, a su juicio, si debe mantenerse ese esquema o se busca otro diferente.
El debate, aunque latente, estaba desactivado hasta que Ayuso anunció el pasado 31 de agosto su candidatura a un congreso que no se celebrará hasta mayo o junio de 2022, según los planes de Génova, en línea con lo aprobado por la Junta Directiva Nacional del PP . Se abrió la caja de los truenos y pronto llegó el primer aviso de Génova, cuando en una entrevista en ABC García Egea aseguró que en Madrid había dos líderes fuertes, Ayuso y Almeida. El alcalde se vio metido de lleno en la batalla.
Fuentes próximas a Almeida explican que su inicio de curso era totalmente diferente al de Ayuso, y quería que estuviese centrado en asuntos locales, como el proyecto 'Madrid Distrito Centro', sin ánimo de entrar en guerras por un congreso que quedaba muy lejos en el calendario. Su equipo resume así cuál era su idea para abrir el curso: «Madrid, Madrid y Madrid». Pero acabó por meterse de lleno en el debate del PP regional, tras la 'invitación' de García Egea y también después de que Pablo Casado , en un desayuno informativo donde estaban presentes tanto Almeida como Ayuso, sentenciara que ambos tendrán un papel decisivo en el congreso.
Una presidenta imparcial
El alcalde nunca ha pretendido encabezar ninguna candidatura para presidir del PP de Madrid. Su propuesta es otra, es la 'tercera vía', para que el presidente elegido sea imparcial entre dos poderes muy potentes, como son la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid . Y eso es lo que volvió a defender cuando se vio empujado de nuevo al debate, con el aplauso silente de Génova. En la sede nacional del PP no ha gustado nada los últimos movimientos de Ayuso, justo cuando el partido va primero en todas las encuestas, tiene su objetivo puesto en Sánchez y solo quiere pensar en la convención nacional, en la última semana de septiembre, para impulsar de forma definitiva el proyecto de Gobierno de Casado. Ante ese malestar, desde la dirección nacional se ha visto con buenos ojos las respuestas de Almeida en el debate con Ayuso. Sin olvidar que el alcalde forma parte del Comité de Dirección del partido, presidido por Casado, por ser portavoz nacional, mientras que Ayuso no participa en ese órgano interno de la máxima confianza del presidente del PP.
Fijadas las posiciones, y a la vista de que la guerra, lejos de mitigarse, iba a más, con la entrada de nuevos actores como Esperanza Aguirre , con ataques directos a Génova, desde la dirección nacional se ha dado un golpe sobre la mesa y se ha dicho 'basta'. El enfado de Casado fue evidente el lunes, al comprobar cómo la bronca dentro del partido se recrudecía, justo cuando el partido se consolida primero en los sondeos y tiene todo a su favor para impulsar su alternativa de Gobierno frente a Sánchez.
El primero en reaccionar ha sido el alcalde, quien este martes, en sus diversas comparecencias públicas, dejó claro que él se aparta de la batalla hasta que realmente haya congreso en Madrid. «Los ciudadanos no entienden que hablemos del PP de Madrid y no de sus problemas», subrayó en Antena 3. Almeida, que corre el riesgo de sufrir un desgaste innecesario en este momento por aparecer enfrentado a Ayuso, fue tajante: «Ha llegado el momento de entender que ese congreso toca en primavera», subrayó, tras considerar una «muy buena noticia» que se presente Ayuso, como pueda hacerlo cualquier otro afiliado.
A la vuelta de la esquina está la convención nacional, en la que, de forma ya irremediable para Génova, las miradas estarán puestas en Ayuso y en Almeida. La presidenta de la Comunidad ha organizado un viaje a Estados Unidos justo esa semana, algo que también ha merecido algún comentario receloso dentro del PP, pero fue Almeida el que quitó importancia a ese hecho, al asegurar que el éxito de la convención no dependerá de la ausencia de un presidente autonómico. El alcalde sí estará presente cuando la convención itinerante se detenga en Madrid, el miércoles 29, y en la clausura de Valencia.
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