González y Zapatero, preocupados por el resultado del 20-D y el pulso interno
El primer presidente socialista ya le advirtió a Sánchez de que no pacte con Podemos
Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero han expresado en la última semana en privado su preocupación por el mal resultado del PSOE en las elecciones el 20-D y por el posterior conflicto interno a cuenta de los pactos de gobierno, según aseguran a ABC fuentes socialistas. González telefoneó la misma noche electoral a Sánchez para pedirle que saliera a reconocer el triunfo electoral y a añadir que el PSOE se quedaba en la oposición, «donde le han colocado los ciudadanos» al bajarle de 110 a 90 escaños .
Pero el secretario general del PSOE no hizo eso. Salió, eso sí, a admitir el triunfo del PP, pero no cerró las puertas a nada si Rajoy no lograba ser investido. Su afirmación y la de su «número dos», César Luena, al día siguiente, lunes, ante la Ejecutiva Federal -diciendo que los resultados son «aceptables»- encendió las alarmas del expresidente, que pudo almorzar a solas con Sánchez este miércoles, después de que el candidato socialista se entrevistara con Mariano Rajoy en La Moncloa para avisarle de que el PSOE no se abstendrá en su investidura.
González ha sido uno de los principales apoyos del secretario general desde hace un año, cuando empezaron las primeras escaramuzas orgánicas entre él y Susana Díaz. Y en la reciente campaña electoral pidió expresamente el voto de todos los socialistas para Sánchez. Pero, tras el 20-D, González, según diversas fuentes, contempla con máxima preocupación el escenario político próximo al bloqueo que se puede dar en España. Suya es la ironía «vamos a tener un sistema político italiano, pero sin italianos», en alusión a la falta de cultura de pacto que hay en España.
Hace un año y medio, el histórico dirigente socialista propuso un pacto PP-PSOE , pero se le echó encima todo su partido. Meses atrás, cuando Podemos era todavía una expectativa solo confirmada en las elecciones europeas, lo rebajó a «reflexión» personal.
Zapatero se implicó
En cuanto al otro expresidente socialista, no es ningún secreto su mala relación con Pedro Sánchez, desde que el líder socialista anunció que va a reformar el artículo 135 de la Constitución para blindar de alguna manera los gastos sociales por encima de la deuda, pero en esta ocasión y ante las malas perspectivas electorales, también se implicó en la campaña.
Estuvo en Gijón con Sánchez y con el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, y allí repartió varios mandobles a Podemos con cuyo líder, Pablo Iglesias, cenó en el domicilio madrileño de José Bono en noviembre de 2014, con gran enfado de Sánchez. En la última semana, Zapatero ha hablado con varios dirigentes socialistas y está «espantado» con el resultado del 20-D y la bronca interna. Cree que el PSOE necesita una autocrítica urgente.
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