Curri Valenzuela
Rajoy y el líder del PSOE: relación rota
El PP no se plantea otras alternativa: o Mariano Rajoy es presidente o habrá nuevas elecciones en primavera
Mariano Rajoy será presidente del Gobierno o la próxima primavera tendremos nuevas elecciones generales. En el Partido Popular no se plantean otras alternativas y, aunque no quieren entrometerse en el lío de Pedro Sánchez y los barones socialistas a cuenta de un posible pacto con Podemos, desean que en el PSOE se aclaren cuanto antes.
«Si los socialistas están dispuestos a abstenerse para permitir que Rajoy siga siendo presidente, que lo hagan ya y nos eviten que se deteriore España a lo largo de los próximos tres meses», afirma un alto dirigente del PP que estima «bastante difícil» que se vaya a dar este escenario a causa del empeño de Sánchez de «gobernar como sea», aunque además de pactar con Podemos tenga que hacerlo con Esquerra Republicana y el partido de Artur Mas.
La dirección popular no quiere hacer mas comentarios sobre la actitud del secretario general del PSOE porque considera que atacarle sería contraproducente, pero en La Moncloa y en Génova se sigue al minuto las noticias de las declaraciones públicas en las que se recogen las desavenencias de los barones socialistas con su actual líder, a la expectativa de lo que ocurra mañana en el Comité Federal.
El debate a dos
En la Presidencia del Gobierno se dan por rotas las relaciones entre Rajoy y Sánchez, como quedó meridianamente claro en la breve y fría entrevista que mantuvieron la semana pasada en la que el presidente ni siquiera pudo plantear una oferta que sirviera de base para un futuro diálogo. El socialista anunció que votaría «no» en todas las sesiones de investidura que se celebren y de esa forma cerró la puerta al menor entendimiento futuro.
Pese al debate a cara de perro que ambos mantuvieron en su cara a cara televisado la última semana de la campaña electoral, Rajoy estaba dispuesto en su primera entrevista después de las elecciones a abrir una negociación con Sánchez. Fue del todo imposible, afirman en Moncloa, lo que no quiere decir que desde el Gobierno no se hayan abierto otras vías de diálogo con el Partido Socialista, un tema del que los populares no quieren hablar ni por señas. La discreción se impone.
Pase lo que pase en el pulso que mantienen los barones socialistas con su secretario general, Rajoy guarda un as en la manga que, piensa, puede ser decisivo para que el PSOE permita su investidura por vía de la abstención: la convocatoria de nuevas elecciones generales. En el PP están seguros de que en el otro lado es lo que menos desean. «Podemos se los comería», dice un dirigente popular.
En esa apreciación este dirigente coincide con Susana Díaz en que Pablo Iglesias está poniendo una condición imposible para negociar con Sánchez, la del referéndum catalán, para evitar pactar con él porque no quiere que gobierne el PSOE, sino destruirle. En el PP calculan que unas nuevas elecciones en primavera se convertirían en un mano a mano entre su partido y Podemos. No es un escenario ideal para un Rajoy que no es partidario de tensar de ese modo la vida política, pero sí un factor que puede hacer entrar en razón a los socialistas para evitar las urnas.
En el Gobierno reconocen estar preparados para una etapa de tres meses de incertidumbre sobre su futuro y el de este país. Dan por hecho que en la primera sesión de investidura, la que requiere una victoria del candidato por mayoría absoluta, Rajoy no saldrá elegido presidente y tendrá que acudir a una nueva sesión, a la espera de conseguir una mayoría simple.
Un plazo de dos meses
Si esa segunda vez tampoco lo logra, la Constitución establece un plazo de dos meses para que el candidato trate de conseguir una mayoría suficiente o, en caso contrario, renuncie a la posibilidad de formar Gobierno. Para evitar ese impasse entre la segunda y la tercera votación, desde el PP urgen al PSOE a aclarar entre ellos su postura cuanto antes.
«Si resulta que al final van a permitir que salga Rajoy con su abstención, lo mejor para la estabilidad política y económica de España es que al menos lo permitan en la segunda votación», es la tesis de la dirección popular.
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