El Gobierno ningunea al Senado para burlar la mayoría del PP
Podemos da por cerrado un acuerdo con el PSOE que elimina una garantía legal que persigue la estabilidad económica
El presidente del Gobierno necesita apoyos para sacar adelante los Presupuestos en el Congreso, dado que solo cuenta con 84 diputados. Para ello no ha dudado en entrar en el juego de Unidos Podemos . Aunque más que jugar, el Ejecutivo asumirá el precio que le puso la formación de Iglesias para tener el «sí» de su grupo parlamentario en la votación de los objetivos de déficit . No hay que olvidar que el PSOE se estrelló hace un mes cuando intentó aprobar, por primera vez, este paso previo a sellar las cuentas públicas. El peaje «morado» está en tumbar una de las garantías de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y para ello, Sánchez tiene que pasar por encima del Senado.
La fórmula elegida por el Gobierno para conseguirlo, finalmente, será una proposición de ley impulsada por el Partido Socialista , y no un nuevo «decretazo» aprobado por el Gobierno. El motivo de la decisión es que esta última opción suscitaba en La Moncloa dudas sobre su constitucionalidad. Por tanto, la fórmula legal para reformar el artículo 15.6 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria será una proposición de ley. El «decretazo» sería más rápido y podría ser puesto en marcha de manera unilateral por el Ejecutivo, mientras que la proposición de ley augura un proceso más farragoso, probablemente más de tres meses, pero a su vez garantiza que una mayoría de los agentes políticos la apoyan.
Esta misma mañana, los grupos parlamentarios del PSOE, Unidos Podemos, ERC y los diputados de Compromís en el Congreso han registrado la Proposición de Ley para reformar la vigente Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria que otorga al Senado en la fijación de los objetivos de estabilidad. Los grupos justifican esta maniobra en que, a su juicio, es «inaceptable» que la Ley de Estabilidad Presupuestaria establezca unas condiciones de apoyo parlamentario más restrictivas que las previstas para la aprobación de la propia Ley de Presupuestos Generales del Estado.
En Podemos estaban ayer de celebración. Ione Belarra y Pablo Echenique pusieron voz al anuncio que hizo la formación en la noche del miércoles: el Gobierno se comprometió con ellos a eliminar el punto 6 del artículo 15 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria . Este epígrafe establece que los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública -aspectos tutelados por Europa- deben ser remitidos a las Cortes, donde primero deben ser aprobados por el Congreso y, después, también por el Senado. En el caso de que el Senado rechazara la propuesta, el Ejecutivo debería empezar de cero y rehacer su proyecto económico hasta conseguir el beneplácito de ambas cámaras. La misión para los socialistas, teniendo en cuenta que el PP tiene una amplia mayoría de senadores en la Cámara Alta, se antojaba hercúlea, por no decir imposible. No obstante el acuerdo entre PSOE y Podemos está tan avanzado que se ha decidido ya incluso el mecanismo que empleará el Ejecutivo para borrar del mapa la doble aprobación de los objetivos de estabilidad presupuestaria.
«Derecho de veto»
Esta doble aprobación de los objetivos presupuestarios -mecanismo tildado por Podemos como «derecho de veto del PP en el Senado»- responde a una garantía extraordinaria que el anterior Gobierno, encabezado por Mariano Rajoy , para que tanto el Congreso y el Senado tuvieran que dar el visto bueno a uno de los aspectos capitales de cada ejercicio en materia económica, como son estos objetivos, también son fundamentales para la Unión Europea.
La norma general establece, para el resto de casos, que las leyes o sus modificaciones tienen que ser aprobadas en primer término por el Congreso, para que después las ratifique el Senado. Si la Cámara Alta no lo hiciera, el procedimiento ordinario permite al Congreso levantar el rechazo del Senado para la aprobación definitiva.
El Gobierno, pese a la efusividad en los anuncios de la que hizo gala Podemos, prefiere guardar silencio por el momento. Fuentes del Ministerio de Hacienda consultadas por ABC subrayan que «hay avances» en las negociaciones entre el Gobierno y la formación liderada por Iglesias pero que, sin embargo, prefieren mantener «un perfil bajo». De igual modo esquivan cualquier respuesta que sirva para juzgar los anuncios de Podemos, los cuales no confirman pero tampoco desmienten. Esta tibieza a la hora de refrendar lo anunciado no agrada demasiado entre las filas moradas, donde dan por cerrado «de palabra» el grueso del acuerdo aunque no ocultan su sorpresa ante el «mutismo» del Ejecutivo . Precisamente, a última hora de ayer, el Ejecutivo confirmó a Efe que suspende, hasta concretar la reforma de la Ley de Estabilidad que eliminará el veto del Senado y le allanará el camino, la segunda tentativa para aprobar los objetivos de déficit en el Congreso.
«Atentado» a la democracia
Más transparentes al manifestar sus quejas al respecto se muestran los partidos de la oposición. El presidente del PP, Pablo Casado , acusó al Gobierno de «cargarse el reparto de poderes» con el trato a dos bandas con Podemos. «¿Qué diría Sánchez si esto lo propone Trump en Estados Unidos o Viktor Orbán en Hungría?», se preguntó, según recoge Efe, el líder del PP. En la misma línea, tras conocer el acuerdo, se pronunció el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea , quien indicó que el hecho de que Sánchez asuma las demandas de Unidos Podemos se traduce en que Pablo Iglesias es «quien realmente gobierna este país».
Las opiniones no son mucho más favorables entre los diputados que ocupan la bancada de Ciudadanos en la Cámara Baja. En este sentido, el secretario general del grupo parlamentario del partido que lidera Albert Rivera en el Congreso, Miguel Gutiérrez, tachó ayer este acuerdo, sin caer en medias tintas, como «un atentado a la democracia». «Si se quiere cambiar la ley, si el señor Sánchez no está cómodo con las mayorías en el Congreso y en el Senado, lo que tiene que hacer es convocar elecciones», aseveró Gutiérrez, quien lanzó otro aviso a navegantes. «Lo que no puede hacer», dijo el de Ciudadanos, es cambiar las leyes con «decretazos».
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