El Gobierno justificará los indultos en la utilidad pública
El Ejecutivo se aferra a la legalidad de la medida de gracia a cuatro días de la manifestación de Colón
Gamarra acusa a Calvo de «tomar el pelo a los españoles» y la vicepresidenta replica que la protesta del domingo es «la nadería y la impotencia»
Lo que dice la Constitución sobre los indultos
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo , ha desvelado este miércoles que la «clave» sobre la que argumentará la concesión de los indultos a los condenados por sedición será la «utilidad pública» .
«Ésa (la utilidad pública) es la verdadera clave que tiene que valorar un Gobierno cuando tiene que plantearse, que es lo que tiene que hacer este ministro, proponer un acuerdo», ha subrayado Campo tras ser interpelado por la portavoz del PP, Cuca Gamarra , en el Congreso .
Es decir, «si es importante (la utilidad pública) no ya fijándose en las personas que pueden resultar indultadas « porque »efectivamente hay algunos de estas personas que han manifestado que no quieren el indulto», ha añadido.
Al respecto, ha argumentado que «el arrepentimiento en su concepción jurídico-moderna no tiene nada que ver con esa tradición jurídico-cristiana» y que «basta» con «abandonar la lucha contra el ordenamiento jurídico y ponerse a abrazarlo». Campo ha asegurado que también «hay conceptos que se están valorando» de justicia y de equidad, pero los ha colocado en un segundo plano.
Previamente, Gamarra había argumentado que no existe la justicia, equidad o utilidad pública que reclama la legislación para la concesión del indulto. «Nadie la encuentra. Lo único que hay es utilidad política», reprochó, preguntando al ministro cómo argumentará los indultos. El Tribunal Supremo exige motivación para cada uno de ellos.
El presidente del Gobierno lleva semanas intentando centrar el debate político en que los indultos son el camino para la convivencia y la concordia frente a la venganza y la revancha que supondría mantener a los condenados en la cárcel. Sin embargo, no ha explicado por qué en 2019, antes de las elecciones del 10-N, aseguraba todo lo contrario: que la dirección adecuada en esta cuestión era que los presos cumplieran de forma íntegra las penas.
Este miércoles, con Sánchez ausente en el Congreso por su gira en Iberoamérica , la vicepresidenta primera, Carmen Calvo , ha insistido en esa argumentación de la concordia frente al enfrentamiento durante el cara a cara que también ha mantenido con Gamarra.
Según la número dos del Ejecutivo, lo que La Moncloa intenta es resolver «el desastre» territorial dejado por el PP «de manera constitucional y digna ». A esta dignidad que Calvo otorga a los indultos, Campo ha añadido una y otra vez la legalidad con la que cuenta una medida de gracia recogida en la Constitución, pero que en este caso tendrá que ser parcial ante el informe en contra del Tribunal Supremo. Gamarra , ha acusado al Ejecutivo de estar aliado «con delincuentes» y «tomar el pelo a los españoles».
Este ha sido el marco en el que se ha desarrollado la sesión de control al Gobierno, a tan solo cuatro días de la macro manifestación en la Plaza de Colón contra los indultos. Una iniciativa a la que Calvo se ha referido de forma despectiva: «la Plaza de Colón es la nadería y la impotencia», ha asegurado.
Sospechas de referéndum pactado
Éste ha sido el cara a cara más tenso de la mañana. La vicepresidenta primera ha acusado a los populares de estar enfrentando a Cataluña con España desde hace «diez largos años» porque «no tienen» ninguna salida para el país y les ha retado a ir a recoger firmas contra los indultos a esta comunidad si son tan «valientes».
La portavoz popular, por su parte, ha insistido en que los indultos no tienen nada que ver con la convivencia y la concordia territorial sino con el mantenimiento de Sánchez en el poder. Además, ha insistido en que el Gobierno planea aceptar la celebración de un referéndum pactado en Cataluña , tal y como exigen los secesionistas. «Pretende pasar de un referéndum ilegal a un referéndum pactado con ustedes al margen de la Constitución », ha señalado. Una acusación que Calvo ha rechazado asegurando que el Gobierno busca una salida constitucional.
En esta misma idea de que el Ejecutivo socialista está decidido a aceptar el referéndum también ha incidido el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros . «El interés de Sánchez bien vale una mesa o un indulto, un referéndum o lo que haga falta», ha reprochado a Calvo.
El dirigente de Vox también ha asegurado al Gobierno de estar «indultando a los asesinos más peligrosos de la historia de España» para preguntarse retóricamente «¿cómo no van a indultar ahora a los golpistas y corruptos?». Esa afirmación ha molestado especialmente a la vicepresidenta primera que ha replicado acusando al partido de Santiago Abascal de «mentir a granel». «Le conmino a que diga quien y cuando -sobre los indultos a asesinos- y dejen de mentir y de convulsionar a este país que esta todavía atravesando una pandemia», censuró.
Campo, por su parte, se ha aferrado una y otra vez a la legalidad del indulto. «Tan legal es la concesión (del indulto) como la denegación», ha defendido Campo ante las preguntas del diputado popular Luis Santamaría. «La única limitación que marca la ley es que (el indulto) no puede ser total con la doctrina en contra del tribunal sentenciador», ha abundado.
Siguiendo este hilo, el titular de Justicia ha acusado al PP de crear «mal ambiente» entre las instituciones, por asegurar que el Gobierno está actuando «en contra de la justicia» y ha asegurado que el Ejecutivo «respeta de una manera severa al Supremo y acata sus resoluciones«. Algo, que según Campo, no es incompatible con que no se pueda aplicar el indulto por razones de »justicia, equidad y utilidad pública«.
El mismo argumento ha esgrimido el titular de Justicia ante las preguntas de la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas , quien le advirtió que los indultos serán una auténtica «humillación» para los españoles y, especialmente, para los catalanes no independentistas. «Quien cumple la ley no humilla a nadie y la ley se cumple ateniéndose a sus posibilidades y ámbito normativo», ha insistido.
A su juicio, «hay que trabajar mucho» para coser las «heridas sociales» abiertas por el 1-O y que para cerrarlas «hay que tener generosidad » y «poner lo mejor de nosotros».
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