Gimeno utilizó en el asesinato de Anna y Olivia una funda que le regaló su novia en Navidad
La juez dicta el fin de la búsqueda de los cuerpos y detalla que cada hallazgo ha aparecido a distinta profundidad, entre 888 y 1.528 metros
La juez instructora ha remitido esta mañana un auto al Instituto Oceanográfico en el que ordena el cese de la búsqueda de los cuerpos de Tomás Gimeno y su hija Anna ante la imposibilidad técnica de seguir con los rastreos. En el mismo detalla ... los efectos hallados por el 'Ángeles Alvariño' y las posiciones en que se encontraron. Así explica que la funda que apareció con la botella de oxígeno, el primer hallazgo, se la regaló a Gimeno su novia las pasadas Navidades. Ella la reconoció y explicó que había encargado su confección a una modista, que incluso guardaba recortes de la tela en su casa.
El auto recuerda que la búsqueda del buque se ordenó el 20 de mayo en una serie de coordenadas, que habían sido delimitadas por los investigadores. El primer hallazgo se produjo en la mañana del 7 de junio cuando a unos 1.528 metros de profundidad , en las coordenadas 28º26.221 N y 016º11.846 W, apareció una especie de sábana de color rosado por uno de sus lados y granate por el otro lado y una bombona de submarinismo de color negro y blanco.
La juez da cuenta en el auto de que la sábana hallada estaba en el fondo del mar tapando la bombona, lo que señala una directa relación entre ambos elementos, puesto que ese objeto no dispone de peso suficiente para hundirse a esa profundidad. «Es lógico considerar que la bombona fuese utilizada a modo de lastre para hundir la sábana y, muy posiblemente, otros elementos que esta contuviese enrollados en ella», señala sin referirse a los cuerpos de Olivia y Anna en ningún momento.
Corrientes de fondo
La novia ha reconocido sin ningún género de dudas la sábana como perteneciente a Tomás. Y también lo hizo la persona que confeccionó la sábana (a la que ella denomina funda), la modista, que conoce los pequeños defectos de su confección, además de poseer en su domicilio recortes de la misma tela usada.
En cuanto a la bombona, dice la magistrada, no se conoce con absoluta exactitud donde pudiera estar originalmente, pero a la vista del hallazgo de otros elementos de submarinismo en el interior de la embarcación (un fusil de pesca submarina, aletas y gafas de buceo), «es lógico sospechar que esa bombona también se hallase allí antes de la desaparición de Tomás».
Tres días después a una profundidad de 888 metros se halló el cuerpo de Olivia dentro de una bolsa de pádel unida a un ancla , junto con otra bolsa con la cremallera rota y vacía. Y finalmente, la mañana del 21 de junio se localizó una botella de aire comprimido portátil, conocida popularmente como «biberón» en el lenguaje del submarinismo, a una profundidad de 1.331 metros. En la tarde de ese mismo día, el buque localizó una segunda botella idéntica a la anterior , a la misma profundidad, y en las coordenadas 28º 22.6572´N y 16º 12.8158´W.
Continúa explicando que los hallazgos demuestran que la búsqueda del Alvariño se estaba haciendo en las zonas correctas, pero esa búsqueda se ha agotado , como informó ABC. Ayer la juez recibió el informe del responsable de operaciones en el que se señala que en torno a la zona de aparición de los biberones se establecieron líneas de búsqueda separadas 5 metros para poder tener la certeza de que en la zona no quedó ningún objeto, por pequeño que fuera. Se buscó también por si aparecía el cinturón de plomos, pero no pudo hallarse.
Dadas las corrientes en el fondo, según se recoge en el informe, no se puede asegurar que un cuerpo lastrado con un cinturón de buceo no se desplazaría rodando, pudiendo llegar a un lugar no determinado y por tanto fuera de la capacidad de búsqueda de la que dispone el buque. La conclusión de dicho documento es que la exploración de los 14 km de deriva (en que consistiría el trabajo que ahora deberían abordar) es «completamente inabordable». La orografía del fondo marino objeto del rastreo es inaccesible por lo que este ha de darse por concluido.
La juez se reunió personalmente con el autor del informe y con la Guardia Civil y tras esa reunión tomó la decisión de dar por concluida la búsqueda. De hecho, el buque 'Ángeles Alvariño' zarpó ayer mismo de Canarias y hoy se ha entregado el auto de cese al Instituto Oceanográfico Español.
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