Sánchez cede ante Marruecos sobre el Sahara para cerrar la crisis diplomática y en plena crisis energética
El Ministerio de Exteriores marroquí difunde una carta enviada por el presidente al rey Mohamed VI en la que «considera la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver el diferendo»
Moncloa emite un comunicado en el que habla de «una nueva etapa» en las relaciones con Rabat que garantiza la integridad territorial de ambos países y el control de los flujos migratorios
El Ministerio de Exteriores de Marruecos informó este viernes -sobre las 16.30 horas- que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconoce su plan de autonomía de 2007 «como la base más seria, realista y creíble para resolver el contencioso».
En una carta enviada al rey Mohamed VI, el presidente del Gobierno español « reconoce la importancia de la cuestión del Sáhara para Marruecos».
De este modo, Sánchez rompe con la línea clásica de la política exterior española respecto a la colonia del Sahara Occidental que abogaba por la celebración de un referéndum auspiciado por la ONU. Ahora, con el apoyo a la autonomía marroquí, España toma partido por Rabat en un conflicto descolonizador que data de 1976 .
Sánchez también subraya «los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos en el marco de las Naciones Unidas para encontrar una solución mutuamente aceptable».
«Nuestro objetivo es construir una nueva relación», subraya Sánchez tras año y medio de crisis diplomática con Marruecos
En su mensaje al soberano, el presidente del Gobierno español destacó también que los « dos países están indisolublemente unidos por afectos, historia, geografía, intereses y una amistad compartida». Sánchez dijo estar «convencido de que los destinos de los dos pueblos también lo son» y que «la prosperidad de Marruecos está ligada a la de España, y viceversa».
« Nuestro objetivo es construir una nueva relación , basada en la transparencia y la comunicación permanente, el respeto mutuo y los acuerdos firmados por ambas partes y absteniéndose de cualquier acción unilateral, estando a la altura de la importancia de todo lo que compartimos», afirmó el presidente del Gobierno español al rey de Marruecos.
En este contexto, Sánchez asegura que « España actuará con la absoluta transparencia que corresponde a un gran amigo y aliado». «Les aseguro que España siempre cumplirá sus compromisos y su palabra», añade Sánchez.
En su misiva, el presidente del Gobierno también reitera su «determinación para afrontar juntos los retos comunes, en particular la cooperación para la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y el Atlántico, actuando siempre en un espíritu de plena cooperación».
«Todas estas actuaciones se realizarán con el objetivo de garantizar la estabilidad y la integridad territorial de ambos países», concluye.
Rabat valora el gesto de Sánchez positivamente
Tras hacer pública la carta de Sánchez, el Gobierno marroquí valoró «positivamente las posiciones y los compromisos constructivos de España sobre la cuestión del Sáhara marroquí».
Este gesto podría precipitar la vuelta de la embajadora marroquí a España y el reinicio de las relaciones diplomáticas entre Madrid y Rabat, informan fuentes diplomáticas
Desde que estallara la crisis diplomática entre España y Marruecos –consecuencia original del reconocimiento de Donald Trump de la soberanía marroquí del Sahara Occidental– la tensión entre ambos países vivió su punto álgido tras la entrada en abril de 2021 del líder del Frente Polisario, Brahim Gali , y el posterior asalto masivo a la valla de Ceuta, con 10.000 jóvenes de origen marroquí (17 de mayo).
Desde el 18 de mayo no hay embajadora de Marruecos en España, tras la marcha de Karima Benyaic , quien fue llamada a consultas por el ministro Nasser Bourita. Este gesto histórico de Sánchez podría precipitar la vuelta de la embajadora marroquí a España y el reinicio de las relaciones diplomáticas entre Madrid y Rabat, informan fuentes diplomáticas .
Tras el relevo de la ministra Arancha González Laya en julio, el nuevo jefe de la diplomacia española estableció a su llegada una «diplomacia discreta» con conversaciones para mantener un acercamiento. Desde entonces y hasta el envío de esta carta por parte del Ejecutivo español, solo los discursos de Felipe VI y Mohamed VI permitieron alcanzar una «paz fría», tal y como definen fuentes diplomáticas el estado actual de las relaciones entre Madrid y Rabat. El Gobierno se esforzaba en seguir refiriéndose a Marruecos como un aliado principal, pero sin plasmar ningún avance concreto. Hasta el día de hoy.
Pasadas las seis de la tarde, mientras el presidente del Gobierno llegaba a Berlín para su reunión con el canciller Olaf Scholz, desde la presidencia del Gobierno se emitía un comunicado en el que se destaca como primera idea que «hoy iniciamos una nueva etapa de la relación con Marruecos» que estará presidida por «el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos, la ausencia de acciones unilaterales y la transparencia y comunicación permanente».
La Moncloa hace referencia a «una hoja de ruta clara y ambiciosa» que permitirá garantizar «la estabilidad, la soberanía, la integridad territorial y la prosperidad de nuestros dos países» . Tras meses de mucha hostilidad y falta de confianza, expresada de forma pública por Marruecos, el Gobierno ha dado este paso muy preocupado por los episodios de los últimos meses en las fronteras con Marruecos. Y convencido de que solo el entendimiento con Rabat puede ordenar la cuestión migratoria, no solo en Ceuta y Melilla, sino también en los flujos marítimos de las Canarias y el Estrecho: «Reiteramos nuestra determinación para afrontar juntos los desafíos comunes, especialmente la cooperación en la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y en el Atlántico, actuando siempre con un espíritu de total cooperación, y restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes, en beneficio de nuestros pueblos», reza el comunicado difundido esta tarde por el Ejecutivo.
El Gobierno confirma que se producirá un viaje del presidente del Gobierno en próximas fechas a Rabat para abordar esta nueva hoja de ruta. Mientras que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares , visitará Marruecos antes de que acabe el mes de marzo. El movimiento de Moncloa se ha hecho en el marco de las competencias que el PSOE tiene en exclusiva dentro del Ejecutivo de coalición. Esta cuestión, insisten fuentes del Gobierno, no tiene nada que ver con el acuerdo de coalición suscrito con Unidas Podemos, que ya está expresando su malestar por el giro estratégico urdido entre Sánchez y Albares con Rabat.
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