La Generalitat desdeñó ayudas estatales tras el fuego de 2019
El gobierno catalán gastó 2,2 millones en trabajos que se ofreció a hacer el Ministerio
Cataluña fue la única comunidad autónoma afectada por un gran incendio en 2019 que rechazó la ayuda del Ministerio de Agricultura para restaurar las zonas afectadas . La administración autonómica prefirió realizar tareas como la restauración de la cubierta forestal para evitar la erosión con sus propios medios, desdeñando –el gobierno autonómico asegura que para ganar en eficacia– la ayuda estatal. En medio de una oleada de calor y unas condiciones climatológicas excepcionales, el incendio de Tarragona arrasó en pocos días –el fuego comenzó el 26 de junio -hasta 5.000 hectáreas de la comarca de la Ribera d'Ebre.
En su balance anual, la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria (Dgdrifa) del Ministerio de Agrilcultura se explica que durante el año pasado se destinaron 10,45 millones de euros a actuaciones de emergencia por incendios en todas las CC.AA que lo solicitaron, básicamente intervenciones para restaurar infraestructura s de uso general y caminos rurales. Según este informe, adelantado por Efe, todas las CC.AA afectadas por fuegos el pasado año echaron mano de estas ayudas menos Cataluña .
Apenas habían transcurrido tres días desde que se dio por extinguido el fuego de Tarragona cuando la directora general de Desarrollo Rural del Ministerio, Isabel Bombal , envió una carta a la dirección general de Ecosistemas Forestales y Gestión del Medio del departamento de Agricultura de la Generalitat trasladando la «consternación por los efectos del incendio» e invitando a la administración a solicitar las ayudas estatales disponibles. Pese a este ofrecimiento, y la invitación a responder con premura para no superar los plazos, la Generalitat no dio respuesta.
Sin respuesta
Fuentes del gobierno catalán consultadas por ABC confirmaron que, efectivamente, no se consideró aceptar el ofrecimiento por una cuestión de «operatividad», ya que las ayudas no consistían en una aportación económica directa, sino en la intervención sobre el terreno de la empresa pública estatal Tragsa . La Generalitat prefirió hacerlo a través de Forestal Catalana, asegurando que de esta forma, y por «cuestiones logísticas» , los trabajos de recuperación del terreno se coordinaban con otras intervenciones previstas tras el incendio.
En este sentido, y además de una partida de 6,4 millones en créditos ventajosos y 3,9 en infraestructuras e intervenciones como cortafuegos, la Generalitat gastó otros 2,2 millones en restauración de suelos y trabajos contra la erosión en Tarragona, una cantidad que se podría haber ahorrado si estas tareas los hubiese llevado a cabo el Ministerio, como se ofreció.
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