El «falso cura» que asaltó a los Bárcenas vuelve a escena en el caso Villarejo
Uno de los detenidos por el mercadeo de información del comisario es hermano del abogado que representó a Enrique Olivares en el juicio
Uno de los cinco detenidos en la operación desencadenada el pasado viernes por la Fiscalía Anticorrupción contra una estructura que estaría vendiendo información policial en poder del comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo es Javier Ruiz Cubero , hermano del abogado que representó al hombre que asaltó la casa del tesorero del PP Luis Bárcenas y retuvo a su familia a punta de pistola disfrazado de cura.
Según ha avanzado «El Independiente» y ha confirmado ABC en fuentes jurídicas, el detenido pasó por la prisión de Estremera y allí entabló relación con Villarejo, quien le habría «captado» para que, en contacto directo con su mujer, la también detenida Gemma Alcalá , otro reo de su confianza, el abogado Alfonso Pazos ; y la mujer de este, ofreciese audios e informes policiales que conservaba el comisario a cambio de cantidades millonarias.
Es otra de esas casualidades que llevan una y otra vez en la macrocausa Tándem al «falso cura», Enrique Olivares . Según el relato de hechos probados en la sentencia firme del Tribunal Supremo que le condenó a 22 años de cárcel por el allanamiento y el secuestro de la mujer de Bárcenas, su hijo y una empleada de la familia, en octubre de 2013 irrumpió en el domicilio familiar haciéndose pasar por un sacerdote emisario de Instituciones Penitenciarias y utilizando una pistola del siglo pasado cuya trazabilidad no ha quedado esclarecida, reclamó a los tres los «pendrives» y los papeles del tesorero.
En aquella época se acababa de poner en marcha la llamada operación Kitchen, un operativo parapolicial, según la Audiencia Nacional, que pretendía recuperar ese supuesto botín comprometedor para el PP y sus dirigentes que escondía Bárcenas.
Los implicados, entre los que se encuentra el comisario Villarejo, ficharon como confidente al chófer de la familia, Sergio Ríos , pagándole 2.000 euros al mes de los fondos reservados. Ríos fue uno de los primeros en llegar al domicilio cuando la familia de Bárcenas consiguió liberarse y pedir auxilio, aunque era su día libre y vivía en la localidad Valdemoro, bastante lejos del domicilio en General Díaz Porlier (Madrid capital) donde transcurrieron los hechos.
Inimputable
Sin embargo, pese a que el juez y la Fiscalía Anticorrupción fueron a la prisión de Aranjuez donde vive en el módulo de enfermería el «falso cura» para entrevistarle y acometieron una pormenorizada investigación de sus cuentas, su patrimonio y todas sus visitas y llamadas a la cárcel, llegaron a un callejón sin salida. No consiguieron una evidencia clara que relacionase su actuación con la Operación Kitchen.
El último movimiento se produjo hace unos días, cuando el juez ordenó que un forense le examinase para dirimir si podía imputarle en esta pieza separada. El resultado fue que su estado mental es tan precario que no puede atribuírsele responsabilidad penal, como ya avanzó este diario. Sufrió un ictus hace varios meses en la prisión de Cuenca y no tiene ya capacidad de entendimiento , según los médicos de Aranjuez, donde vive en la enfermería pese a tener concedido el tercer grado.
Su nombre vuelve ahora a la palestra en esta nueva pieza separada, la 28 de la macrocausa, que investiga si Villarejo lideraba desde prisión una estructura para comerciar con investigaciones policiales a las que tuvo acceso en su época de comisario en activo. Según adelantó ABC, entre esos informes estaría la investigación policial sobre el «procés» y el objetivo era vendérsela a una persona de la órbita independentistas.
En el contexto de esa trama está Ruiz Cubero, el hermano del abogado que representó a Olivares. Tras la detención y durante la investigación el «falso cura» fue asistido por un letrado de oficio pero en el juicio fue representado por este letrado privado. Si él personalmente afrontó los gastos y, en ese caso, cómo pudo hacerlo, es una incógnita en la causa.
En espera de que Anticorrupción proponga, si lo considera, prisión o cualquier otra medida cautelar sobre los detenidos por ese supuesto mercadeo de información que implica presuntos delitos de infidelidad en la custodia de documentos, organización criminal y revelación de secretos, se encuentran en la Audiencia Nacional y van compareciendo uno tras otro ante el juez Manuel García Castellón, a lo largo de esta jornada.
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