El ex número 2 de la Policía llegó a actuar a espaldas del anterior equipo de Interior

La cúpula dice que ignoraba que se habían realizado alguno de los polémicos informes

Eugenio Pino durante la celebración del patrón de la Policía Municipal José Ramón Ladra

«Estamos hartos, indignados; no puede volver a ocurrir jamás». Este es el mensaje del Ministerio del Interior en relación con todos los escándalos que rodean las actuaciones de determinados altos mandos de la Policía en la etapa anterior. El titular del Departamento, Juan Ignacio Zoido, lo dejó claro el martes en rueda de prensa: «Abogo por que el Estado de Derecho se imponga y que estas cosas pasen a la historia. Quiero mirar hacia delante, pero resolviendo el pasado». El aviso a navegantes estaba lanzado.

Zoido siempre ha sido exquisito en todo lo que se refiere a los años en los que Jorge Fernández Díaz, hoy en una delicada situación personal, ha estado al mando del ministerio. De hecho, hacia la anterior cúpula de Interior no ha lanzado reproche alguno. Pero es más, fuentes del anterior equipo consultadas por ABC aseguran sentirse « defraudadas » por los asuntos que están saliendo a la luz que, en su opinión, indican que el exnúmero 2 de la Policía, Eugenio Pino, y su círculo de confianza, actuaban en ocasiones a sus espaldas.

Ni siquiera existe

Hay un dato revelador: las mismas fuentes aseguran que ese equipo ministerial nunca supo que se habían encargado los informes de los que habla Pino en una entrevista -afectarían al 11-M y al Faisán-, y por tanto jamás los vieron. Y más soprendente aún: se ha comprobado que el relacionado con Marta del Castillo ni siquiera existe.

¿Qué sucedió para que de hecho funcionara una especie de policía paralela al mando del entonces director adjunto de la Policía? Todas las fuentes consultadas coinciden: Pino hizo ver al entonces ministro que tenía información que pondría en aprietos a los principales protagonistas del proceso soberanista catalán , mediante investigaciones que implicaran a responsables de la Generalitat y de Convergencia. Fernández Díaz fue receptivo. Abrió una vía directa de comunicación con el entonces número 2 de la Policía.

El poder de Pino en el Cuerpo -incluso en el ministerio- creció como la espuma. Se rodeó de un equipo de mandos de su máxima confianza cuyas actuaciones se alejaban en ocasiones de la ortodoxia policial. Quien no asumía esos comportamientos -el prestigioso excomisario general de Policía Judicial José García Losada es buen ejemplo de ello- era fulminado. Fondos reservados se utilizaban en operaciones con nulos resultados, como la del famoso pantallazo de una cuenta en Suiza del exalcalde de Barcelona, Xavier Trías, de la que no hay una sola prueba en juzgado alguno. Episodios como los famosos informes falsos de la UDEF provocaban sonrojo entre los profesionales y, más grave, entre los jueces y fiscales que siempre creyeron que había líneas de investigación posibles ajenas a irregularidades. El nuevo DAO, Florentino Villabona, lo dijo al tomar posesión: «Hay que recuperar el prestigio de la Policía ante el poder judicial».

Pino se fiaba del comisario ahora también jubilado José Manuel Villarejo , uno de los altos mandos más inquietantes de la historia de la Policía, con relaciones muy estrechas con periodistas populares y un enorme patrimonio económico, para muchos de origen sospechoso. Era una de las almas del grupo de Pino, en el que se incluía algún comisario más e inspectores jefes hoy destinados en embajadas con sueldos estratosféricos.

El compromiso del nuevo equipo ministerial es claro: acabar con esta forma de actuar y esa es la orden que ha recibido el comisario Villabona.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación