La defensa de Trapero pide su absolución para no ser chivo expiatorio del «egoísmo del Estado»

En la última sesión del juicio, Tubau culpa a Pérez de los Cobos del «fracaso» del 1-O

Josep Lluis Trapero, en la Audiencia de Barcelona, el pasado 8 de mayo

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Los tres cuerpos policiales tuvieron la misma responsabilidad en el «fracaso colectivo» del 1-O y si algo no funcionó fue por culpa del coordinador del dispositivo, Diego Pérez de los Cobos. Así lo aseguró la defensa de Josep Lluis Trapero en la última sesión del juicio a los mandos de los Mossos por su presunta participación en la estrategia rupturista del «procés». Con la renuncia del «mayor», de la intendente Teresa Laplana y de los mandos políticos César Puig y Pere Soler a hacer uso de su derecho a la última palabra, el juicio quedó ayer visto para sentencia después de una treintena de sesiones interrumpidas por el estado de alarma.

Las ocho horas de informe de Olga Tubau y los últimos tres años al lado del «mayor» rompían la coraza de la veterana penalista y la dejaban extenuada y rota, tanto que no pudo contener la emoción cuando al final de su intervención recuperó la memoria del exministro de Justicia Alonso Martínez para pedir indulgencia a los magistrados. «Un ciudadano de un pueblo libre no debe expiar las faltas que no son suyas ni ser víctima de la impotencia y egoísmo del Estado, y esto es algo que los tribunales pueden evitar. Les pido que lo eviten con la sentencia absolutoria. Y disculpen este espectáculo lamentable», dijo Tubau, consciente del tropezón que suponía la exposición pública de sus emociones ante un tribunal de justicia.

Como sucedió el martes, la letrada volvió a dejarse la piel en la defensa de Trapero desvinculando al «mayor» de los condenados por el Tribunal Supremo y presentando el 1-O como un «fracaso colectivo». En cuestión de veinticuatro horas (las que transcurrieron en tre el informe de la Fiscalía y el suyo), Trapero pasaba a ser un líder independentista más, alineado con los promotores de la ruptura y capaz de poner al Cuerpo al servicio del «procés» –y todas las zancadillas posibles para lograr su propósito–, a ser el primer servidor público dispuesto a mantener el orden constitucional.

Tubau defendió la inocencia de su cliente asegurando que su actuación nunca fue cuestionada ni por el juez instructor de Barcelona que ordenó los registros el 20 de septiembre ni por la juez del TSJ de Cataluña que mandó impedir el referéndum ilegal. Reconoció que mantenía una mala relación con Pérez de los Cobos, pero que «Trapero no tenga hábiles dotes de diplomacia no representa una conducta delictiva», dijo. No es creíble, sostuvo, que siendo el coronel el coordinador del dispositivo «no exigiera el diseño policial para impedir la votación».

Como el día anterior, la abogada (que también lo es de Laplana) insistió en que aún así no había dispositivo policial –ni siquiera los tres cuerpos juntos– que hubiera podido evitar que dos millones de personas se replegaran, una afirmación que avalaron las defensas de los mandos políticos, César Puig y Pere Soler, quienes, al pedir la absolución de sus clientes, aludieron al 1-O como «un desastre».

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