La crisis soberanista amenaza el deshielo
El Govern planta el consejo de Política fiscal
La crisis interna del independentismo -fracturado de nuevo por el papel distorsionador del fugado Puigdemont- suma una nueva dificultad al proceso de deshielo con la Generalitat que trata de imponer a toda costa el Gobierno . En fase de reequilibrado interno, el soberanismo bascula entre los partidarios de un diálogo pragmático con el Ejecutivo de Pedro Sánchez y los que anteponen la agenda republicana ante todo. En este contexto, si la crisis entre las facciones «indepes» en el Parlamento catalán acaba contagiándose al Govern, el frágil acercamiento entre ambos ejecutivos puede romperse. Por contra, y a favor de los intereses del PSOE en el Congreso, los grupos parlamentarios del PDECat y ERC siguen controlados por independentistas hasta cierto punto posibilistas. La asamblea que el primer partido celebra este fin de semana, donde el «puigdemonostismo» plantea un golpe de timón, podría sin embargo significar un giro.
No a la multilateralidad
Pese a todo, la «desescalada» prosigue, aunque con idas y venidas. Así, por ejemplo, en pocos días se celebrará la reunión de la comisión bilateral Estado-Generalitat, presidida por parte del Gobierno por la ministra catalana Meritxell Batet . Por contra, la participacipación de la Generalitat en órganos de cooperación multilaterales sigue siendo demasiada afrenta para quienes quieren un diálogo de «tú a tú» con el Estado . Así, y por decisión del Govern, el vicepresidente de la Generalitat y responsable de Econo- mía, Pere Aragonés, no participará hoy en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que presidirá la mimistra de Hacien da María Jesús Montero.
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