El Congreso congela la disciplina fiscal y acoge el techo de gasto expansivo
Los socios de Sánchez advierten de que las cuentas de 2021 aún hay que negociarlas
El Congreso de los Diputados dio este martes el visto bueno a la congelación de las reglas fiscales que disciplinan el gasto público como vía para hacer frente a las necesidades de la pandemia. Es una suspensión temporal que se aplicará en 2020 y 2021 y que permitirá abrazar el endeudamiento y el déficit con el permiso de la Comisión Europea. PSOE, Unidas Podemos y sus socios votaron a favor (208 «síes»), mientras el PP y Vox se abstuvieron (138 votos). Solo Foro Asturias se posicionó en contra.
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La ministra de Hacienda, María Jesús Montero , hizo hincapié en que la congelación de la disciplina fiscal es necesaria para «dar respuesta a los retos de la Nación» y advirtió al PP de que «si estuvieran en el Gobierno, lo hubieran aprobado». «Hoy no solicito el respaldo al techo de gasto sino que cumplamos con la Constitución» , señaló en alusión a que la Carta Magna contempla la suspensión de las reglas fiscales en situaciones extraordinarias. La política andaluza también rogó a la oposición que no pusiera «el interes partidista por delante del interés de los españoles».
Riesgo de quiebra
La congelación de las reglas fiscales no solo retira el corsé a la Administración Central sino que las comunidades autónomas y los ayuntamientos podrán elevar su gasto y utilizar el remanente acumulado durante los últimos año s –el que lo tuviera–. Estas han sido las razones que llevaron a PP y Vox a no votar en contra. Pero ambos grupos explicaron la imposibilidad de apoyar la medida, señalando que no solo la pandemia es culpable de la delicada situación de las finanzas españolas sino también el Gobierno por su «pésima» gestión .
« Ustedes son el Gobierno del oscurantismo , de la falta de gobernanza y transparencia y de la falta de respeto absoluto por las instituciones y el reparto de poderes», acusó a Montero la portavoz del área económica del PP, Elvira Rodríguez . Por su parte, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros , reiteró que España corre el riesgo de quebrar mientras el Ejecutivo socialista siga en el poder.
El debate sobre la suspensión de las reglas fiscales agrupó también el del techo de gasto para 2021, que quedó visto y acogido por el hemiciclo. La cifra es completamente expansiva y alcanza los 196.097 millones de euros para reactivar la economía y reforzar los servicios públicos . «¿Garantizar el empleo con los ERTE es una fiesta de gasto?, ¿aprobar prestaciones extraordinarias para los autónomos es una fiesta de gasto?, ¿o transferir los mayores recursos de la historia a las comunidades autónomas es una fiesta de gasto?», defendió dirigiéndose a la bancada popular.
Montero aprovechó para sacar pecho de que las nuevas cuentas permitirán revalorizar las pensiones conforme al IPC así como la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad a 16 semanas. También defendió la subida del IVA a las bebidas azucaradas como medida «disuasoria» para luchar contra la obesidad infantil y negó cualquier carácter «recaudatorio». Un argumento que provocó las carcajadas en las bancada de la derecha. «El objetivo es salvar vidas. Sin salud no hay recuperación económica posible», defendió Montero. Rodríguez advirtió de que han sido las medidas erradas del Ejecutivo las que han obligado a elevar tanto el gasto y que ese incremento obligará a hacer duros sacrificios en el futuro. A su juicio, España no debe olvidar la «ortodoxia», por lo que su partido presentará ante el Congreso un plan de reequilibrio de las cuentas públicas.
Cuenta atrás
El debate del techo de gasto supone el pistoletazo de salida hacia los Presupuestos Generales y da pistas de los socios en los que se respaldará el Gobierno para llevar las cuentas públicas a término . Pero, este martes, desde las distintas vías que tiene abiertas el Ejecutivo, se le urgía a negociar y a no dar nada por sentado.
Desde partidos tan diversos como ERC o Ciudadanos (Cs) se señalaba que en esta ocasión la votación era un mero trámite por el cual el Congreso aceptaba que existían las circunstancias requeridas para dejar sin efecto las reglas de gasto.
Reproches
Una suspensión «de facto» del artículo 135 de la Constitución, dijo Gabriel Rufián , que en general tuvo buena acogida, aunque con una sucesión de reproches al Gobierno por cambiar de criterio en un mes – Hacienda sufrió un revés parlamentario cuando el Congreso tumbó un decreto que no permitía a los ayuntamientos utilizar sus remanentes–.
Sin el borrador presupuestario en la mano, aún a falta de que PSOE y Podemos lo cierren, ninguno de los posibles socios está dispuesto a tender un cheque en blanco. Rufián y Laura Borràs (Junts per Catalunya) supeditaron la negociación al «contexto» y a «la propuesta para Cataluña». « No estamos ni más cerca ni más lejos que hace 24 horas», zanjó el portavoz republicano .
Mientras en Cs, donde insisten en que el Gobierno deberá elegir entre ellos y la dupla ERC-Bildu , restan relevancia a la votación de ayer y subrayan que básicamente la posición de la Cámara Baja era «decidir si existía una pandemia o no» que justificase la suspensión de las reglas de gasto. Aun así, la diputada María Muñoz advirtió al Gobierno de que este «sí» no puede interpretarse como un aval a sus políticas. En 2022, apuntó, posiblemente ya haya que cumplir con un objetivo de déficit marcado desde la Unión Europea.