Las «compatibilidades» privadas de sus Señorías más allá del escaño
En la pasada legislatura, un 75% de los diputados tuvo permiso para ejercer actividades paralelas
Entre los diputados de la anterior legislatura, hubo quien compatibilizó su escaño con actividades de asesoría que llegaron a producirle un rendimiento anual por encima del medio millón de euros. El parlamentario ya no está, tampoco otros como Vicente Martínez Pujalte, mucho menos el exdiputado y embajador en Londres desde hace cuatro años, Federico Trillo, ambos del PP y de quienes se conoció hace unos meses que en diferentes periodos habían recibido 354.560 y 75.000 euros respectivamente por tareas de consultoría
El debate sobre la dedicación exclusiva de Sus Señorías a las labores de la Cámara no es nuevo , aunque periódicamente se reabre con conflictos como el desatado tras la reciente publicación de los negocios del también parlamentario Pedro Gómez de la Serna o al hilo de las intenciones -por otro lado ya expresadas- del líder del PSOE, Pedro Sánchez, de prohibir a los suyos tener segundos trabajos, al menos remunerado. Se da la circunstancia de que el mismo Sánchez ingresó en el Congreso la pasada legislatura solicitando y obteniendo la compatibilidad para ejercer la docencia, aunque luego dijo haber renunciado a ella.
Lo que los diputados pueden hacer en paralelo a su trabajo en la institución está regulado en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) , donde básicamente se especifica que pueden ejercer otras actividades, -incluidas las de alcaldes o concejales cosa que han hecho 70 miembros del Congreso la legislatura pasada-, pero también privadas. El límite está en que no exista relación económica con el sector público , condición esta que no se supervisa del todo nunca, puesto que no hay mayores controles ni el interesado tiene obligación de rendir cuentas de su segundo trabajo ni cuando entrega el acta.
Lo que es imprescindible es pedir permiso para desempeñar esa labor aparte, autorización que concede la Comisión del Estatuto del Diputado y que luego es aprobada en pleno. A través de esa vía, en los años que van de 2011 a las elecciones del pasado diciembre de 2015, alrededor de dos tercios de los 437 hombres y mujeres que tuvieron acta a su nombre -cifra que resulta de añadir a los que se incorporaron a cambio de las bajas que se han ido produciendo a partir de los 350 originales- desempeñaron segundas actividades, que en muchas ocasiones supusieron ingresos adicionales.
La abogacía y el ejercicio ocasional de la docencia son las tareas para las que se aprobó mayor número de compatibilidades, como también para la participación como columnistas , colaboradores o tertulianos en medios de comunicación. Durante la legislatura han existido también alrededor de 35 permisos relacionados con la empresa, bien para administración o dirección de las propias o para consultoría o pertenencia a consejos.
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