Así es como los radicales tensan la calle en Cataluña
Este sábado se produjo una nueva jornada de protestas frente a la Jefatura Superior de la Policía Nacional que derivó en disturbios, auqnue menos graves que en días anteriores. ABC fue testigo del desafío de los CDR a la Policía y los Mossos
En torno a las siete y media de la tarde de este sábado 26 de octubre, una nueva concentración convocada por los CDR tuvo lugar en el centro de Barcelona. La multitudinaria marcha protagonizada por el independentismo unas horas antes ya había finalizado. En el tramo de Vía Laietana comprendido entre las Plazas de Urquinanona y de Antonio Maura se congregó fundamentalmente gente joven, muy joven. En este tramo se encuentra la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Barcelona. «¡Este edificio será una biblioteca!» , gritaban los manifestantes.
La batalla campal, aunque tardó más en comenzar que en días anteriores y fue de una intensidad notablemente menor, finalmente estalló. Antes de que se produjeran esas espectaculares (y espectacularizadas) imágenes, la tensión fue creciendo poco a poco.
El punto más caliente se situó en el triángulo que forma Vía Laietana en su encuentro con Carrer Comtal y Carrer de les Magdalenes. En ese enclave, poco antes de las ocho de la tarde, varios manifestantes extendieron frente a la policía esteladas, mientras las fuerzas de seguridad aguardaban estoicamente detrás de las vallas que los separaban de la concentración. La provocación tomó desde entonces distintas formas: desde cánticos contra la Policía hasta lanzamiento de objetos (huevos, rollos de papel, botellas, latas, etc.). El ambiente por momentos se destensaba para adquirir un aroma más festivo y, después, se volvía a recrudecer. Así durante más de una hora.
Pasadas las nueve de la noche, los Mossos d'Esquadra cargaron por primera vez contra los radicales , generando unos instantes de caos en el epicentro de las protestas. Comenzaron las detenciones. La Policía dividió en dos a la multitud, partiendo Vía Laietana. El juego del ratón y el gato aún duró varios minutos más, con idénticas estrategias, hasta que la Policía despejó por completo la arteria barcelonesa y las zonas aledañas . En la retirada, los manifestantes improvisaron barricadas incendiadas con basura y lo que pudieron encontrar. La calle, crucial para el independentismo radical, mantuvo el desafío aunque rebajó la intensidad.
