Ciudadanos justifica sin autocrítica su batacazo en Galicia y el pinchazo de la coalición en el País Vasco

El partido evita valorar el «sorpasso» de Vox en la comunidad gallega y garantiza que sin la alianza PP+Cs el resultado habría sido peor para ambas formaciones

La portavoz de Cs, Melisa Rodríguez, y su diputado autonómico por Álava, José Manuel Gil Pedro Ruiz | Vídeo: EP
Juan Casillas Bayo

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La reunión del Comité Ejecutivo de Ciudadanos (Cs) para analizar los resultados electorales en Galicia y el País Vasco ha concluido sin autocrítica. Algo que empieza a convertirse en tónica habitual en la sede nacional de los liberales, al menos de puertas para afuera. La portavoz de su ejecutiva, Melisa Rodríguez , se ha limitado en la rueda de prensa posterior a alabar el trabajo de Beatriz Pino en tierras gallegas y a justificar la importante pérdida de apoyos del centro-derecha constitucionalista bajo la coalición PP+Cs .

El batacazo en Galicia, comunidad en la que Cs seguirá cuatro años más sin representación, es considerable. Si en 2016, con una candidata desconocida, Cs superó el tres por ciento del censo y sumó 48.103 votos, ayer el partido se estancó en el 0,75 por ciento de apoyo y las 9.719 papeletas. Un desplome difícil de digerir, al que se le suma además el «sorpasso» de Vox , partido que también se quedó fuera del Parlamento regional, pero que alcanzó los 26.485 sufragios. Ni una sola palabra sobre «otros partidos que no tienen representación», pese a que casi ha triplicado en votos a Cs.

Hoy Rodríguez llevaba el discurso bien aprendido y ha puesto el foco en otra realidad que deja las elecciones del 12-J en Galicia y el País Vasco: «Los ciudadanos de Galicia y del País Vasco dieron un mensaje al Gobierno central. Pactar con los que no creen en nuestro país lo único que hace es darles alas».

Los resultados dan la razón a Rodríguez: el PSOE y Unidas Podemos retroceden en relevancia en ambos territorios, mientras ven cómo el BNG y EH Bildu se sitúan como segundas fuerzas. Pero del reparto de escaños se refleja una vez más la escasísima implantación de Cs en Galicia y en el País Vasco. En esta segunda comunidad, lograron su primer diputado gracias a la coalición con el PP, de la que Cs resultó ayer el gran vencedor. En 2016, el PP solo cosechó 107.357 votos, por los 60.299 que reunieron ayer PP+Cs.

A la espera del voto exterior

Cs colocó a José Manuel Gil en el Parlamento vasco por Álava y aún está pendiente del voto exterior, que podría darle una segunda acta por Vizcaya que ocuparía Luis Gordillo . Sin apenas presencia en el País Vasco, el PP podría salir de esta alianza con cuatro diputados y Cs con dos. Los populares tuvieron nueve en 2016.

Pero ni la debacle en Galicia, con un resultado residual, ni el bajón del constitucionalismo en el País Vasco han conseguido llevar a la sede del partido una reflexión serena y un análisis público de los posibles errores. Rodríguez ha centrado las malas noticias en «el preocupante auge» del BNG y, «sobre todo», de EH Bildu, coalición heredera de la ilegalizada Batasuna que sigue sin condenar de forma clara e inequívoca las décadas de terrorismo de ETA.

Junto a la portavoz nacional ha comparecido el nuevo diputado autonómico de Cs en el País Vasco, José Manuel Gil, como argumento de autoridad de que la coalición ha sido benefactora para «dar voz a los vascos preocupados con los resultados de ayer». «Con Cs en el Parlamento vasco tendrán una voz firme y sin concesiones ante la amenaza separatista» , ha prometido, en un breve discurso.

¿Los motivos del bajón de Cs en Galicia y del retroceso de populares y liberales en el País Vasco? Rodríguez ha pasado por ellos de puntillas, pero solo ha señalado causas ajenas a ellos: ha cambiado el panorama respecto al año 2016, es muy difícil movilizar al electorado constitucionalista en ambas regiones -el popular Alberto Núñez Feijóo acaba de revalidar su cuarta mayoría absoluta- y ha habido una baja participación.

Rodríguez ha llegado a afirmar que si el PP y Cs se hubiesen presentado por separado en el País Vasco, se habría corrido el riesgo de que el constitucionalismo perdiese la representación en el Parlamento regional. Algo de difícil crédito, vista la entrada de Vox en la cámara autonómica con menos de 18.000 votos. En cualquier caso, la portavoz de la dirección nacional de Cs sí ha asegurado, una y otra vez, que las encuestas internas pronosticaban menos votos y menos escaños para ambos partidos si concurrían a las urnas por separado. «Todos hemos visto cómo el panorama ha ido cambiando en los últimos años. Hacer una extrapolación directa de los resultados del 2016 no sería lícito», ha remarcado.

El panorama catalán

Después de la beneficiosa coalición en el País Vasco para Cs, desde un punto de vista partidista, la vista se posa ahora sobre las próximas elecciones catalanas, pendientes de convocatoria tras amagar Quim Torra , antes de la pandemia del coronavirus , con una disolución del Parlamento catalán inminente una vez aprobados los Presupuestos regionales. En su día, Inés Arrimadas presentó una oferta a tres bandas para que los dos partidos fuesen en coalición en Cataluña , Galicia y el País Vasco para combatir al nacionalismo .

En Galicia no cuajó ante la convicción de Feijóo, como así ha sido, de que retendría su mayoría absoluta, pero en el País Vasco se ha realizado un primer experimento de coalición entre PP y Cs sin una tercera fuerza que ejerciese de pegamento. Los sondeos daban entonces un significativo retroceso de Cs en Cataluña -que ganó las últimas autonómicas con la histórica victoria de Arrimadas en 2017- y un ligero avance del PP, pero les daban más votos y escaños por separado que juntos.

Fuentes del Comité Permanente de Cs, en conversación con ABC, apuntaban hace unas semanas que esperarán a la convocatoria y que harán lo que mejor sea para el constitucionalismo. No obstante, a tenor del pésimo resultado en Galicia, de la entrada en el País Vasco y de la posición de fuerza desde la que parte Cs en Cataluña, quizás ahora sí traten en cualquier caso de negociar una alianza que podría disimular su esperado tropiezo.

Desde luego, en la rueda de prensa de este mediodía, Rodríguez ha dejado la puerta abierta a una reedición de la coalición vasca «made in Cataluña», al aseverar que buscarán «todas las herramientas posibles» para que «ningún voto constitucionalista vaya a la basura» . Por ahora, en el País Vasco, el PP y Cs han obtenido juntos menos de la mitad de los votos que lograron por separado hace cuatro años.

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