Casado carga contra 'los populismos' y pone los principios del PP como línea roja para pactar
El presidente del PP apoya a Mañueco para que busque un Gobierno en solitario en Castilla y León
El debate está abierto en el PP sobre los pactos que debe alcanzar Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León después de las elecciones del 13 de febrero. En medio del ruido interno, Pablo Casado preside esta tarde el Comité Ejecutivo Nacional . Antes de la reunión, diferentes dirigentes del PP han defendido que Mañueco debe tener autonomía para buscar los pactos después de ganar en las urnas. Isabel Díaz Ayuso, por su parte, ha advertido de que ella no pactará nunca con el «desastre», es decir, con «el sanchismo». Dentro del Comité, Casado ha cargado contra los populismo y los radicalismos, y ha advertido de que el PP tiene un límite para buscar acuerdo, que son sus principios. Además, ha dado su total apoyo a Mañueco para que forme un Gobierno en solitario en Castilla y León.
«¡El Partido Popular ha ganado las elecciones en Castilla y León! Por si alguien no se había enterado, o no se quiere enterar», así ha empezado Casado su intervención en el Comité Ejecutivo Nacional.
Ha recordado que el que ha perdido es Pedro Sánchez: «Será el sanchismo, y no nosotros, el que tendrá que plantearse por qué pierde a pesar de poner toda su maquinaria de poder al servicio del partido».
«Los que pretenden desestabilizar pinchan en hueso»
Por eso, Casado ha querido lanzar un mensaje de optimismo a los suyos: «Yo os quiero dar un mensaje de optimismo, que es incontestable: ningún otro partido de centro derecha en Europa está a la cabeza de las encuestas y recuperando gobiernos cada vez que se llama a las urnas».
El líder del PP ha sido especialmente tajante al subrayar que nunca presionó a Mañueco para que adelantara las elecciones: «Jamás esta dirección nacional ha presionado, ni siquiera opinado sobre el adelanto electoral, ni en Castilla y León ni en ningún otro sitio. Repito: jamás».
«Los que pretenden desestabilizar a este partido pinchan en hueso», ha avisado Casado. El presidente del PP ha cargado con especial dureza contra los populismos: «Debemos ser claros sobre esto: la semilla del populismo y del radicalismo puede tardar más o puede tardar menos en dejar ver su fruto, pero siempre es un fruto amargo para las sociedades que lo cultivan».
«El populismo y la radicalidad nunca producen progreso, ni concordia, ni respeto internacional; nunca pacifican ningún conflicto, siempre los empeoran todos. Nunca resuelven ningún problema, solo los multiplican. Nunca reúnen, siempre enfrentan. Nunca construyen, siempre destruyen».
«El PP es el reformismo español: no hay otro»
Casado ha reivindicado su proyecto político y ha rechazado pactar como sea para estar en el poder: «No estoy en política para llegar como sea, donde sea ni para hacer lo que sea. No fue ése el mandato que recibí de mi partido y no será ése el mandato que pediré a los españoles, porque jamás lo concederían».
«Estoy para llevar el gran proyecto reformista y liberal del Partido Popular de nuevo al Gobierno. El PP es el reformismo español, no hay otro», ha remarcado.
«El PP es el centroderecha español, no hay otro. El PP es la alternativa a los populismos y a los radicalismos de izquierda y de derecha, no hay otra».
«No nos engañemos; hay quienes equivocan sus prioridades, y están más preocupados por sustituir al PP que por cambiar al gobierno. Lo segundo les resulta imposible, y lo primero jamás ocurrirá».
Casado ha rechazado así también un pacto con Vox, aun sin decirlo de forma expresa: «Lo fácil sería sumarse a las estrategias de confrontación que están poniendo en riesgo nuestra convivencia. Lo cómodo sería dejarse llevar en la deriva polarizadora por un puñado de votos. Pero el Partido Popular no busca el arrastre del malestar contra nadie, sino el liderazgo de una política a favor de todos».
Mañueco cuenta con el apoyo de Génova para buscar un Gobierno en solitario
A partir de ahí, ha dado su apoyo a Mañueco para buscar un Gobierno en solitario en Castilla y León: «Alfonso ha pedido un gobierno fuerte, estable y en solitario, con pilares firmes, sin trajes prestados y sin la espada de Damocles continua. Y tiene todo nuestro apoyo para llevarlo adelante, con nuestros principios siempre presentes».
Pactar con Vox sí o no. Llegar a una coalición de Gobierno o solo buscar acuerdos puntuales. Esos son los dos puntos principales de controversia en las conversaciones de los populares. Génova ha marcado la línea: «no» rotundo a un Gobierno de coalición con Vox, que rompería la línea marcada hasta ahora por Pablo Casado. Mañueco, en principio, parece estar de acuerdo en buscar un Gobierno en solitario.
Frente a esa posición 'oficial', diputados del PP y dirigentes territoriales creen «inevitable» formar una coalición de Gobierno con el partido de Santiago Abascal y Juan García-Gallardo, sobre todo porque el líder de Vox lo dio por hecho la misma noche electoral, y sus votos son imprescindibles para Mañueco.
Algunos barones discrepan
Varios barones, sin embargo, creen que el PP no debe variar la línea marcada hasta ahora. El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha subrayado que no hay alternativa a una presidencia de Mañueco, que es el ganador de las elecciones, y por tanto tiene todo el derecho a pactar en solitario.
En medio de ese debate, en algunos sectores se está defendiendo ya la posible búsqueda de una abstención del PSOE. En el pleno de control del Senado, el portavoz parlamentario, Javier Maroto, ha invitado a Pedro Sánchez a que su partido haga caso a los alcaldes de Valladolid y León, y se abstenga. Sánchez le ha respondido que lo que debe hacer el PP es romper sus pactos con Vox en Madrid, Andalucía y Murcia.
En este debate, Ayuso ha sido tajante, al subrayar, al llegar al Comité Ejecutivo Nacional del PP, que nunca pactaría con «el desastre», es decir «con el sanchismo».
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