Sánchez lanza una oferta imposible al PP: repudiar a Vox y señalar que prefiere al PSOE
El presidente intenta zanjar el debate sobre su abstención avivando las diferencias los populares
El PSOE no quiere abstenerse en el proceso de negociación para formar Gobierno que se abre ya en Castilla y León. Y no lo va a hacer. Pero no va a perder la oportunidad para hurgar en las tensiones del PP. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , sí certificó este martes una nueva línea comunicativa para surfear en mejores condiciones las semanas venideras. Conscientes de que la posibilidad de su abstención no se esfumará de un día para otro. Y viendo como al alcalde de Valladolid, Óscar Puente , se sumaba el alcalde de León, José Antonio Díez, solicitando un acuerdo con el PP para aislar a Vox.
El mensaje de Sánchez en la sesión de control del Senado trata de plantear una trampa, un laberinto al PP, y no es por tanto una oferta para negociar una abstención. «Si quiere pedir la abstención del PSOE en Castilla y León explique a los ciudadanos por qué quiere la abstención », espetó el presidente al portavoz del PP, Javier Maroto. Propone el PSOE que el PP manifieste públicamente reniega de Vox y que, por tanto, prefiere al PSOE: «Si explica que la ultraderecha es un peligro para la democracia y que hay que ponerle un cordón sanitario a lo mejor nos podemos entender», a lo que Sánchez añadía una cosa más: «Dígale a los que pactan con ellos en Madrid y fuera que rompan esos acuerdos». Cabe recordar que en la mayoría de lugares son acuerdos de investidura. Y por tanto no hay nada tangible que romper. Hasta el punto de que en Andalucía o el Ayuntamiento de Madrid Vox no ha querido apoyar los últimos presupuestos en ambas cámaras. «Que nos digan por qué no quieren depender de Vox. Entonces les preguntaremos que si eso no es aplicable a otros lugares como la Comunidad de Madrid o La Región de Murcia», remataba poco después un ministro.
Lo que intentan los socialistas es cambiar el marco. Que no sea el PSOE quien tiene que responder sobre la abstención sino el PP sobre los motivos que le llevan a estar incómodo con Vox. Sánchez hacía este planteamiento horas después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso , animaba a tomar decisiones «sin pensar en lo que piensa la izquierda». En referencia a no tener miedo al entendimiento con Vox. Consciente de que en el PP existe este debate sobre Vox, Sánchez entra en el juego. Los socialistas son conscientes de que sus condiciones son imposibles para el PP. Porque una cosa es que prefieran gobernar en solitario, sin Vox, y otra muy distinta que los repudien públicamente y que certifiquen que prefieren depender del PSOE. Imposible.
Los socialistas marcan esta línea para gestionar los próximos meses y unas negociaciones que se esperan duras. El PSOE no quiere contemplar esa abstención. El lunes quedó claro en la Ejecutiva Federal. Una reunión en la que ni siquiera hubo debate para abordar esta cuestión. Por el momento son solo los alcaldes socialistas de Valladolid y de León, que han pedido auxiliar a Alfonso Fernández Mañueco para que no dependa de Vox.
Sánchez intentó reforzar su línea argumental para evitar que esa posición se extiende. Un mensaje que alguno de sus principales colaboradores ya empezaba a desplegar, a la vista de que el primer mensaje no resultaba convincente. Plantear una negativa sin más no parecía muy coherente con el mensaje de alertar del peligro de la entrada de Vox en el Gobierno . Mucho más operativo para evitar el desgaste es plantear una propuesta para que sus bases y terminales de difusión puedan plantear que sí se ha tendido la mano al PP. Si el PP hiciese todo lo que pidió Sánchez la pelota volvería al tejado del PSOE. Pero todas las fuentes consultadas entre integrantes de la Ejecutiva Federal del PSOE y del Consejo de Ministros dan por descartado en privado la posibilidad de la abstención.
De hecho en el Gobierno ya están con la mente puesta en tener enfrente un Gobierno regional con consejeros de Vox. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ya advirtió ayer de que estarán «muy atentos a que no se produzca ningún retroceso en los derechos y libertades».
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