José Bono, de la egoteca total al 'Defensaleaks' y las miserias de los otros

El exministro hace inventario de su vida política en 111.000 documentos, donde de paso se airea mucho asunto delicado y tropiezos ajenos

En la Zarzuela, durante su toma de posesión como ministro de Defensa en 2004  

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Hay que ser muy José Bono para montarse una egoteca virtual como la que el exministro de Defensa, expresidente del Congreso y antes de Castilla-La Mancha se acaba de hacer pagada de su bolsillo y luego cedida a la Fundación Pablo Iglesias, en cuya web ya pueden consultarse los 111.000 documentos y 37.000 fotografías que recorren su vida pública. No hay papel clasificado, avisa, pero tampoco censura, más allá de la que ha impuesto según qué institución como el Parlamento, no dejándole mostrar las actas de la Mesa de su etapa al frente de la Cámara, secretas por cierto. Pero censura propia, subraya, ninguna.

Por eso hay que ser muy Bono para sacar ahí, a pantalla descubierta, 45 años de declaraciones a la prensa -y mira que le ha tenido afición...- o los 2.003 discursos de su vida política, el primero un mitin en 1976. Un maremágnum de opiniones, entrevistas, manifiestos, pronunciamientos en los que lo mismo se ve reivindicando la dictadura del proletariado que agresiones ya archivadas, hay contradiciones, verdades (o falsedades) que luego no lo fueron del todo, amén que alguna que otra «barbaridad». Lo dice él, convencido de que todo el material que ha reunido debe estar a disposición de los ciudadanos. Información ingente, fuente primaria para escribir la Historia.

José Bono suma ejércitos de haters y seguidores desde antes de que se inventara twitter. De lejos viene su sobreexposición, para muchos vanidosa y para unos cuantos, llegado este caso, rayana incluso en lo pornográfico en cuanto en esta colección que ahora publica, por poner un ejemplo, figura material del que él no era destinatario o se airean quizás innecesariamente miserias de otros. Amén de mucho asunto delicado , al que no está claro que convenga tanta luz. Lo más crítico andaría por las reseñas de los comités federales del felipismo, con sus GAL y las corrupciones, y más recientemente, en lo que desvela de su etapa en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Buscador mediante, hoy uno puede leer sin moverse del sofá de casa el guión de la entrevista que mantuvo con Donald Rumsfeld de 2005, cuando viajó a EE.UU.a arreglar las relaciones tras la abrupta salida española de Irak. También l as órdenes que daba por escrito a la cúpula militar y la reiteración si no se cumplían. O el interrogatorio al general José Mena, al que destituyó en 2006 por invocar una intervención militar para preservar la integridad del Estado ante la embestida catalana. Están las respuestas de Bono al juez tras el siniestro del helicóptero Cougar en Afganistán en 2005 en que murieron 17 soldados -si fue accidente, si fue derribo...-o el dossier con el resultado de las identificaciones vía ADN de las 62 víctimas del Yak-42 gracias a las que, siendo él ministro, se demostró que a una treinta familias se les entregaron cadáveres equivocados. Hay una lista nombre a nombre, ataúd a ataúd.

Es tradición norteamericana desde 1774 que congresistas y senadores depositen en sus estados los testimonios de sus trayectorias, y por supuesto constan los de los presidentes. Cartas, memorándums, notas de prensa, agendas, imágenes, grabaciones de voz... Bono ya contó lo suyo en t res volúmenes de memorias cobrados a precio de oro y ahora, decidido a conservar este legado documental, confiesa que lo ofreció a sus hijos, pero que no manifestaron mayor entusiasmo. El resto lo hizo el paréntesis del confinamiento, ese superávit repentino de tiempo. Quizás demasiado.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación