Bildu y ERC se pavonean después de reforzar el pacto «Frankenstein» contra Cs
«Hoy no acaba nada, hoy empieza todo», avisa el portavoz de los herederos de Batasuna tras presumir de que gana «Euskal Herria»
![La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua (d) y su compañero de partido, Oskar Matute (i) a su llegada al Congreso](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2020/11/12/bildu-U04655400047ulI-1248x698@abc.jpg)
Los Presupuestos Generales empezaron ayer a tramitarse mediante una mayoría insólita que espanta a sectores de derecha e izquierda. El vicepresidente y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias , hizo de «doctor Frankenstein» y reforzó su estrategia para consolidar «un bloque de legislatura y de dirección de Estado» con ERC y Bildu.
Ambos se pavonearon sabedores de que son clave en el juego parlamentario que necesita el Ejecutivo para cumplir con su acuerdo de coalición. El parlamentario de Bildu Arkaitz Rodríguez exhibió su papel estratégico en una bronca con el PNV en Vitoria: «Nosotros vamos a Madrid a tumbar definitivamente el régimen».
El Congreso rechazó las enmiendas a la totalidad con 198 votos en contra, 150 a favor y ninguna abstención . Antes de la investidura, antes de ser vicepresidente, Iglesias defendió que el bloque de la moción de censura estaba «llamado a dirigir el Estado». Desde entonces los esfuerzos de Iglesias y su partido por construir una alternativa «leal» frente a la vía de Ciudadanos (Cs) facilitaron el entendimiento del Gobierno, al menos de una parte, con Bildu y ERC. UP contribuyó a normalizar la negociación con el primero y encauzarla con el segundo. Y ahora esperan seducir al PNV y al resto de fuerzas que auparon a Sánchez.
Iglesias defendió que el bloque de la moción de censura estaba «llamado a dirigir el Estado»
Aunque no solo desde UP se dio carta de naturaleza a Bildu, que había anunciado su apoyo a tramitar las cuentas en la víspera. La portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra , defendió ayer ese aval como «un triunfo de la democracia». La formación proetarra está crecida en el Parlamento nacional. No hace mucho, sus intervenciones tenían siempre como respuesta por parte del Ejecutivo un reproche por su negativa a condenar al terrorismo de ETA . Pero ahora el Gobierno no solo calla, sino que agradece su discurso cuando su portavoz de turno sube a la tribuna.
Ayer fue el diputado Oskar Matute quien tomó la palabra para presumir de su acuerdo con Sánchez e Iglesias y advertir de que el objetivo de Bildu no se detiene ahí. En un tono acelerado y soberbio, sacó pecho de un pacto que beneficia a su «país, Euskal Herria», remarcó. Nadie le corrigió. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero , escuchó con gesto de aprobación, sin un solo «pero».
«Hoy empieza todo»
Matute advirtió de que estos Presupuestos son la « primera prueba de fuego» para un Gobierno que llegó al poder gracias a la abstención de Bildu y ERC, y con una misión que describió como « cambio de rumbo de la deriva neoliberal que tiene el Estado desde hace décadas». Es decir, no desde el Gobierno del PP, sino en realidad desde que se aprobó la Constitución.
Matute no ocultó así que el objetivo de Bildu es consolidar un viraje del sistema. Y fue rotundo al avisar a toda la Cámara de que con este acuerdo del Gobierno con Bildu no se pone punto final a nada, sino que se inicia un camino de complicidad : «Hoy no acaba nada, hoy recién empieza todo».
Montero replicó como se replica a un socio preferente : sin reproches, sin alzar la voz y con un masaje verbal de varios minutos. Nada que ver con el tono bronco que empleó el día anterior con el Partido Popular , al que acusó de irresponsabilidad por presentar una enmienda a la totalidad de los PGE con la que está cayendo. Montero subrayó que «hay espacio en las cuentas para que todos nos podamos sentir identificados». Y se comprometió a que Moncloa trabajará con Bildu «toda la legislatura».
Al terminar el debate, el líder del PP, Pablo Casado , volvió a exigir a Sánchez que explique el contenido del pacto con Bildu y aclare su advertencia de que «ahora empieza todo» y le recriminó que haya convertido a los herederos de Batasuna en socios prioritarios : «Así no se puede gobernar España». «Tiene que explicarlo por respeto a su propio partido, que tiene muchas víctimas del terrorismo, y a sus presidentes autonómicos», subrayó.
Presión de ERC y Podemos
La predisposición de ERC y Bildu refuerza el plan del vicepresidente Iglesias pero, sin embargo, no resuelven el conflicto entre PSOE y UP sobre en qué mayoría sostenerse. En el Pleno, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián , y su homólogo en UP, Pablo Echenique , presionaron al Gobierno señalando que el partido de Inés Arrimadas es «incompatible con las políticas de izquierdas».
El portavoz independentista aseguró que no apoyarán los PGE «sí o sí», aunque pondrán «toda su fuerza negociadora por los intereses del pueblo de Cataluña» . A pesar de que Montero pidió a ERC y UP «superar los vetos cruzados», Rufián subrayó que «es mentir a sabiendas» plantear la posibilidad de aunar sus políticas con las de Cs.
También verbalizó en la tribuna uno de los temores de Podemos. «Si callan frente a la operación salvar a Cs, los siguientes en salir de la ecuación son ustedes —advirtió Rufián—, se juegan la gobernabilidad de su país para la próxima década».
Por su parte, Echenique situó a Cs fuera del acuerdo presupuestario, entre otras cosas por exigir a Sánchez suprimir la enmienda en la «Ley Celaá» que elimina el castellano como lengua vehicular, y ensalzó al bloque de investidura frente a un Cs que «no ha conseguido nada».
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