Argelia garantiza las operaciones comerciales en curso y dice que no cortará el gas

El país norteafricano ve en el gesto de Bruselas, que ha respaldado públicamente al Gobierno, «precipitación»

Albares deja en manos de la Unión Europea la solución de la crisis con Argelia

Zapatero y Moratinos se reúnen con el ministro de Exteriores de Marruecos en pleno conflicto

El presidente de Argelia, Abdelmayid Tebune ABC/ EP

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El Gobierno de Pedro Sánchez confía ahora en que la presión de las instituciones europeas le ayude a resolver la crisis con Argelia , dado que las relaciones comerciales con países terceros son competencia de la Comisión Europea, y Argelia parece haber recogido el guante. En el comunicado publicado en Bruselas después de las gestiones del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares , se afirma que «la UE está dispuesta a hacer frente a cualquier tipo de medida coercitiva aplicada contra un Estado miembro de la UE» aunque sigue «privilegiando el diálogo para resolver las controversias». El Gobierno argelino reaccionó inmediatamente con otro comunicado en el que «lamenta la premura con la que la Comisión Europea reaccionó sin consulta previa ni verificación alguna con el gobierno argelino, a la suspensión por parte de Argelia de un tratado político bilateral con un socio europeo, en este caso España, sin comprobar que esta medida no afecta ni directa ni indirectamente a ninguno de sus compromisos contenidos en el Acuerdo de Asociación Argelia-Unión Europea».

Borrell añade su firma

Inicialmente se había previsto que la reunión de Albares fuera con el vicepresidente económico de la Comisión Valdis Donbrovskis , pero en el comunicado se sumó de forma simbólica la firma del alto representante para la Política Exterior, Josep Borrell, lo que sin duda añade un matiz de contundencia a la posición comunitaria. Borrell se encuentra en aislamiento domiciliario por estar contagiado de Covid, aunque con síntomas leves .

El comunicado argelino se dirige directamente a la Comisión, lo que también vendría a confirmar que el conflicto diplomático se ha instalado en la órbita europea como quería el Gobierno. De hecho, en sus declaraciones a la salida de la reunión, el ministro de Exteriores dijo que no era el momento de hacer autocrítica por la mala gestión de este conflicto diplomático que ha involucrado a Argelia, Marruecos y el Sahara Occidental y que ha llevado a esta situación porque «no estamos aquí para hablar de lo que ha hecho el Gobierno de España sino de las acciones unilaterales de las autoridades argelinas». Eso no le ha impedido reprochar al Partido Popular su posición crítica y hablar de «deslealtad» por no apoyar al Gobierno en estas circunstancias.

El comunicado oficial de la Comisión confirma que el ejecutivo comunitario va a analizar el caso, aunque con su parsimonia habitual: «Estamos evaluando -se dice- las implicaciones de las acciones de Argelia, incluida la instrucción dada a las instituciones financieras para detener las transacciones entre los dos países, que en principio parece violar el Acuerdo de Asociación UE-Argelia, en particular en el área de comercio e inversión. Esto daría lugar a un trato discriminatorio de un Estado miembro de la UE y afectaría negativamente al ejercicio de los derechos de la Unión en virtud del Acuerdo».

Argelia no niega que haya suspendido sus acuerdos «políticos» con España pero señala en su comunicado que la idea de congelar las «operaciones corrientes» es falsa y «solo existe en la mente de los que la reivindican» lo que parece indicar que el argumento es que esa medida solo se aplicaría a las operaciones futuras.

En este sentido, reitera que la continuidad del suministro de gas está garantizada. «Argelia ya ha hecho saber por la voz más autorizada, la del Presidente de la República, que seguirá cumpliendo todos los compromisos asumidos en este contexto », al menos mientras «todas las empresas comerciales concernidas asuman todos sus compromisos contractuales», que es lo mismo que decir que, naturalmente, en caso de impago por parte de España no se sentirían obligados a mantenerlo.

Albares, que para venir a Bruselas había suspendido un viaje muy importante a la cumbre de Las Américas en Estados Unidos, había dicho que «lo que queremos es que se vuelva lo antes posible» a la situación anterior ya que España desea «tener las mismas relaciones de amistad con todos sus vecinos. Somos amigos, pero también somos un país soberano y tenemos que defender a las empresas españolas».

En cuanto al suministro del gas recordó que Argelia «es un suministrador fiable». Lo que España pretende es «una vuelta rápida al diálogo, a relaciones de amistad y a unas relaciones comerciales y económicas normales».

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