Se amplían las medidas más estrictas contra el coronavirus a las cárceles de Ocaña, Burgos y Dueñas
Hasta el momento sólo hay un interno afectado, en la prisión de Zaballa, que se contagió en el Hospital de Txagorritxu, y otro más está aislado por tener síntomas sospechosos. La normalidad, dentro de la inquietud, es total en los centros
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La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha ampliado a las cárceles de Ocaña I y II, Burgos y Dueñas las medidas especiales contra el coronavirus que ya estaban en marcha para los centros de Madrid, La Rioja y el País Vasco. La medida, consultada con Sanidad, es consecuencia de que están en territorios limítrofes con algunas de las zonas más afectadas . Como se sabe, esta decisión hace que se suspendan las visitas a las prisiones, los «vis a vis», las escuelas y las salidas programadas, entre otras medidas.
Más allá de esa novedad, la situación dentro de las cárceles es de absoluta normalidad, más allá de la preocupación de los internos ante la posibilidad de que el coronavirus supere los muros de la prisión. Los directores de los centros penitenciarios han visitado todos los módulos de sus cárceles para explicar la situación y tranquilizar a los reclusos y también los funcionarios de prisiones están realizando un esfuerzo enorme para que todo transcurra con la mayor normalidad posible.
Hoy mismo los máximos responsables de Prisiones se reúnen con los representantes sindicales de los trabajadores para explicarlas todas las medidas adoptadas y escuchar las sugerencias y temores de los representantes de los trabajadores. Los servicios médicos de todos los centros trabajan a pleno rendimiento para hacer frente una crisis con pocos precedentes.
A día de hoy solo ha habido dos casos de coronavirus que afecten al sistema penitenciario . El primero de ellos, el de una trabajadora del módulo de madres de Valdemoro, y el segundo un interno de Zaballa. Lo más elevante de este segundo caso, sin embargo, es que el contagio se produjo fuera de la prisión alavesa , y en concreto en la unidad de custodia del Hospital de Txagorritxu. Fue un ertzainza que lo custodiaba el que había provocado el contagio.
En la primera prueba, el interno, que tiene patologías previas, dio un falso negativo , pero en un segundo test se comprobó que estaba infectado. Un compañero que también estaba con él en el centro sanitario está aislado a la espera de determinarse su situación.
Fuera de ello, sólo queda un interno en todo el sistema penitenciario dependiente de la administración general del Estado sospechoso de sufrir coronavirus, y ya se han tomado todas las medidas de aislamiento oportunas para evitar contagios .
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