Toalla, chanclas y presupuestos para la playa

El empeño de Mariano Rajoy de aprobar los Presupuestos de 2016 en septiembre y el de Artur Mas de convocar elecciones catalanas el 27 de ese mes van a dejar a los políticos de este país casi sin vacaciones este verano. Apenas dos semanas durará el descanso del Gobierno, las dos primeras de agosto, lo que obligará a sus ministros y a su oposición a disfrutar de descanso y familia bastante menos que otros años. El que quiera darse un chapuzón, tendrá que meter en el cesto de la playa un montón de papeles con la toalla y la crema solar.

El Ejecutivo aprobará el anteproyecto de los Presupuestos en el Consejo del 31 de este mes, pero la mayoría de los ministros se quedarán en Madrid hasta el 4 de agosto haciendo sus últimos retoques. Esa fecha, la clásica en la que el ministro de Hacienda lleva al Congreso el pen drive con las cuentas del Estado, coincide esta vez con el plazo límite que tiene Artur Mas para convocar las elecciones catalanas para el 27 de septiembre , como tiene prometido aunque algunos aún mantienen la ilusión de que se arrepienta.

A partir de ese momento y si ninguna fuerza mayor se lo impide, los miembros del Gobierno comenzarán su desbandada de Madrid hacia sus lugares habituales de veraneo : Sanxenxo para el presidente, Ana Pastor y Rafael Catalá, que también visita Denia; Portugal, la tierra de su marido, para Soraya Sáenz de Santamaría; José Manuel García Margallo tiene casa (y barco) en Xátiva; Jorge Fernandez, casa solamente en Fitero (Navarra), como Fátima Bañez en Punta Umbría, Luis de Guindos en Marbella, Cristóbal Montoro en la sierra madrileña, José Manuel Soria en Las Palmas y Alfonso Alonso en Chiclana.

Ninguno de ellos ha llevado a cabo ningún viaje de placer en algún lugar exótico los tres últimos veranos. Todos sueñan con descansar, disfrutar de sus familias, baños de playa y algo que les estará vedado este año: olvidarse de todo por unos días. A partir del 17 de agosto, cuando el Congreso reanude sus sesiones en un calendario insólito, comenzarán a desfilar de uno en uno para dar cuenta de los presupuestos pormenorizados de sus departamentos. O sea, que tendrán que seguir trabajando esas dos primeras semanas de agosto, aunque sea en una tumbona en lugar de sus despachos.