Iglesias entierra el pacto presupuestario con Ciudadanos: «No se lo cree nadie»
El vicepresidente segundo afirma que las «élites» muestran «su rostro más feroz» al objeto de derribar su Gobierno
Casi como hablando para sí mismo, con medida taciturnidad, Pablo Iglesias ha invitado desde Bilbao a hacer una «reflexión» sobre lo sucedido desde que Unidas Podemos entrara en el Gobierno. Él, protagonista estos días por su implicación en un «caso Dina» que bien podría convertirse en «caso Iglesias», lo achaca llanamente a un intento de «desestabilización» por parte «de las élites» . Incluso en este contexto, ha ironizado el líder morado, «algunos pretenden decir que es posible un acuerdo de Presupuestos generales con Ciudadanos ». Una opción que da casi por enterrada: «¿Alguien en su sano juicio piensa que una formación que gobierna con Vox o con PP en Madrid, Andalucía o Murcia va a apoyar los Presupuestos en los que esté Unidas Podemos? Eso no se lo cree nadie», ha sentenciado.
Iglesias, que hoy ha acudido por primera vez en esta campaña electoral al País Vasco para arropar a su candidata a lendakari, Miren Gorrotxategi, ha congelado cualquier acercamiento con la formación naranja, que en las últimas semanas se había ofrecido para sacar adelante unas Cuentas «de emergencia nacional» debido a la pandemia del coronavirus. El líder morado ha vuelto a situar en las antípodas de su proyecto a Ciudadanos, que según ha señalado habría ofrecido una respuesta muy diferente a la crisis sanitaria si Albert Rivera hubiera «cumplido su papel» y hubiera alcanzado un acuerdo de Gobierno con el PSOE.
«Si Rivera hubiera hecho lo que las élites le decían, ¿alguien piensa que la respuesta se hubiera parecido? Yo creo que es evidente», ha apostillado el vicepresidente segundo del Ejecutivo central.
Al contrario que en el mitin que ofreció ayer en Lugo, Iglesias no ha hecho mención alguna al «caso Dina» ni a la comisión de investigación que defiende crear en el Congreso de los Diputados para estudiar el papel de las «cloacas del Estado» . No obstante, ha vuelto a cargar contra el Partido Popular y los medios de comunicación no afines a la formación morada , a su juicio «adversarios» que «muestran su rostro más feroz» al objeto de derribar su Gobierno. Iglesias se siente víctima de una campaña de acoso en el que prima el ver «quién dice la barbaridad más grande». «Porque son conscientes de la derrota de sus ideas —ha asegurado—. ¿Qué le queda al PP? El insulto, el grito, la provocación . Su ferocidad y la ferocidad de los cañones mediáticos del poder no es expresión de su fuerza, sino de su decadencia».
Tripartito con Bildu
Ya en clave electoral, el secretario general de Unidas Podemos ha defendido «normalizar» los acuerdos con EH Bildu para «repensar cuál va a ser el papel de Euskadi» en la nueva legislatura. Iglesias ha bendecido el acuerdo a tres entre morados, soberanistas y el PSE de Idoia Mendia para desplazar de Ajuria Enea a un PNV que «necesita unos años en la oposición para poder seguir haciendo política útil a su pueblo».
Y eso que el vicepresidente dice sentir «mucho respeto» por el PNV y su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, a quien ha definido como un «tipo listo» que «suelta unos “zascas” a la ultraderecha para aplaudir». «Pero el PNV también es Zaldívar, también es el fraude en los comedores infantiles, también es el “caso De Miguel”», ha puntualizado. Él considera todo esto «normal», porque «el poder desgasta». Por esa razón ha considerado que es necesaria una «renovación» en el Gobierno vasco.
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