El PSOE simplifica y polariza el 10-N: o gobierna Sánchez «o el PP con los franquistas»
José Luis Ábalos descarta a Rivera y dice que la alternativa a Sánchez es un Gobierno de Casado «con Abascal como vicepresidente»
Pedro Sánchez certifica que «la ultraderecha se siente fuerte» y reivindica que solo «un voto útil al PSOE» romperá ese bloqueo
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El carácter excepcional, como una llamada de emergencia, en que Pedro Sánchez convirtió las elecciones del pasado 28 de abril vuelve a abrirse paso de aquí al domingo 10 de noviembre. La apuesta por una campaña centralda en la estabilidad vuelve a dejar paso a la estrategia de erigir a Vox como rival del PSOE para perfeccionar los llamamientos al «voto útil» .
En un acto en el municipio valenciano de Mislata, el ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, ha dado por amortizado a Ciudadanos, que a su juicio ha demostrado «su inutilidad» y que ahora solo está en juego es «el nivel de su derrota». Una probabilidad que los socialistas vinculan con el ascenso de Vox.
En la dirección socialista apuntan a un escenario de crecimiento de los de Santiago Abascal, hasta el punto de alcanzar la tercera posición. Mientras que creen que el PP ha tocado techo. El propio Pedro Sánchez ha dado aire en el mitin a las encuestas privadas que apuntan a ese escenario.
El secretario de Organización del PSOE ha planteado que la alternativa a Sánchez es un Gobierno con «Casado como presidente y Abascal de vicepresidente» , descartando totalmente a Cs para inentar canalizar voto útil hacia el PSOE desde la izquierda de Podemos pero también desde votantes de Albert Rivera. «O Gobierno del PSOE o Gobierno del PP con los franquistas. Esa es la realidad. A o B, los demás de adorno», ha simplificado Ábalos.
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, ha insistido en esa idea, «en que la ultradrech se siente fuerte», y ha criticado al PP, al que atribuye el eventual crecimiento de Vox por haber alcanzado pactos gracias a sus votos en lugar de optar por aislarla: «Caminan con el pecho henchido porque la derecha ha unido su destino al de la ultraderecha».
Sánchez proseguía así con la línea que desplegaba Ábalos unos minutos antes, pero ha optado por centrarse más en el concepto del bloqueo. Ha vuelto a negar que vaya a alcanzar una coalición con el PP y ha instistido en preguntar a Igelsias «si va a continuar bloqueando la formación de un Gobierno progresista por quinta vez» .
El planteamiento de los socialistas con esta estrategia es arrastrar voto indeciso proveniente de Unidas Podemos y Ciudadanos, a los que sus datos perciben «muy abajo», según fuentes del comité electoral. Sánchez ha reclamado que «no caiga ningún voto en saco roto», que el 10-N habrá «muchas papeletas pero solo un voto útil romperá ese bloqueo» y que «no hay ninguna otra alternativa» más que un voto al PSOE para quienes pretendan «desbloqueo, estabilidad y un Gobierno fuerte».
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