El PSOE cree que mejora por la caída de Cs y el fiasco de Errejón
Los socialistas dan aire a la subida de Vox para polarizar la campaña
Elecciones generales en directo
Albert Rivera dimite como presidente de Ciudadanos
Queda una semana para el 10-N y Pedro Sánchez se aferra a la idea de que tras los comicios será el único candidato que podrá formar Gobierno. Más allá de las habituales consignas que Sánchez repite para evitar el exceso de complacencia en sus filas –«ahora mismo tenemos cero votos, los mismos que el resto»– en el PSOE creen que van a mantener «claramente» la primera posición.
La incertidumbre, que tornaba en desánimo extramuros de La Moncloa, empieza a clarificarse. Siempre según lo que se manifiesta desde la dirección socialista. Pero también diferentes territorios consultados manifiestan una mejor sensación que hace una semana. A ese escenario contribuye que se percibe que el PP ha tocado techo, incluso que está retrocediendo algo desde su punto más alto en beneficio de Vox. Ahora mismo en Ferraz ven a los de Abascal como tercera fuerza por delante de Pablo Iglesias y Albert Rivera .
Además, la preocupación por la fragmentación de la izquierda, a cuenta de la irrupción de Errejón, se ha disipado. «No se va a comer un colín», opina de forma gráfica un dirigente. Incluso en la Comunidad Valenciana, donde su unión con Compromís generó cierta inquietud al principio, se muestran ahora mucho más optimistas que hace días: « Sin efecto Errejón nos queda margen para mejorar. Está pinchando . Aquí Compromís tiene asumido que no les es tan útil», explica un importante dirigente de esta región.
«El retroceso es mínimo»
Implícitamente sí viene a reconocerse desde Ferraz que hace unas semanas el panorama estaba más complicado cuando manifiestan que desde hace unos siete u ocho días aproximadamente empiezan a percibir recuperación en su electorado , a partir de los informes demoscópicos que llegan cada día. Un diagnóstico que empiezan a avalar desde los territorios, hasta hace días algo desorientados: «Nuestra gente está pasando de la desilusión o enfado por no haber conseguido el gobierno ponerse las pilas para intentarlo de nuevo», asegura un presidente autonómico. «Si ves incluso las peores encuestas para nosotros el retroceso es mínimo, más técnico por movimientos en algunas circunscripciones que otra cosa», añade un dirigente local.
Aunque la dirección socialista rechaza la idea de una campaña conservadora, lo cierto es que muchas de las plazas a las que estos días se le dedica atención son algunas de las 20 en las que los socialistas lograron el último escaño en juego el 20-D. Como La Rioja y Navarra , donde Sánchez estuvo este viernes, o Asturias , Málaga y Zaragoza , que serán los actos centrales de la próxima semana antes del cierre. Pero también es verdad que se buscan atacar nuevos escaños: como ayer en Valencia, donde pueden ganar fácilmente uno que perdería Ciudadanos. También creen que pueden ganar peso en Cataluña a costa de «una debacle» del partido de Albert Rivera. Sánchez cerrará la campaña en Barcelona.
El fantasma de Vox
Este diagnóstico configura un escenario post 10-N en el que Sánchez pretende lograr su investidura por sumisión, por la rendición del resto para evitar las terceras elecciones. Y siempre para un Gobierno en solitario. Y que el resto «se van a tener que mover».
Pedro Sánchez insistirá durante toda la semana en la apelación al voto útil. Llamándolo claramente. Y para que la idea tenga un aire de emergencia recurre a lo mismo que el 28-A, cuando en la última semana La Moncloa trasladaba que veían a Vox tercero. Ahora vuelven a decirlo en privado. Y en el acto de ayer en Valencia el tema central fue la polarización con Vox. El ministro José Luis Ábalos evidenció que descartan Cs porque lo único que está en juego es «el nivel de su derrota». Y advirtió de que la única alternativa a Sánchez es un Gobierno de Casado con «Abascal como vicepresidente» , y remachó más contundente si cabe: «O gobierno del PSOE o del PP con los franquistas». Sánchez aprovechó el tema para decir que «a la ultraderecha» se la vence «aislándola» criticando que el PP y Cs «unieron su destino» al de Abascal.
En el PSOE, muy apegados tradicionalmente a la idea de que un aumento de la participación beneficia a la izquierda, se centran ahora en canalizar indecisos. «Que ningún voto caiga en saco roto», dice Sánchez estos días. Pero también descuentan que, en estos momentos, el aumento de participación de aquí al 10-N podría no venirles tan bien. Si los indecisos se decantan por Unidas Podemos y por Ciudadanos, que son los que tienen más electorado durmiente. Así lo ven desde el Comité electoral, un diagnóstico que comparten en algunos territorios: «La última semana le viene siempre bien a Iglesias, y en teoría a Rivera también», advierte un esperado dirigente autonómico. Eso es lo que hace que algunos dirigentes de Ferraz crean, en privado, que al final Vox subirá pero no tanto como para ser tercero , quedándose en torno a los 30 escaños.
Noticias relacionadas