Elecciones gallegas 2020
Por Ohio, hasta San Caetano
Betanzos ha sido históricamente barómetro fiel del resultado global, pero la pandemia introduce un factor impredecible
Resultados elecciones Gallegas en directo
Forman parte ya de la intrahistoria de las elecciones autonómicas en Galicia las llamadas que hacía el expresidente Manuel Fraga , durante las jornadas de votación, para conocer cómo marchaba el recuento en Betanzos. Específicamente, de una mesa: la ubicada en la Casa da Xuventude. «Tenía mucho interés en conocer los resultados de esa mesa en cuanto los hubiera. Porque él, que era una persona muy inteligente, no cabe duda, conocía ese dato (....). Que sus resultados suelen coincidir, en un porcentaje altísimo, con el resultado final de las autonómicas».
Lo relata María Barral, alcaldesa de Betanzos, que amplía: «Era una miniatura de la situación de Galicia ; el porcentaje de población urbana y un poco más rural reflejaba bien la generalidad. Fijaba la demografía reducida a una única mesa, en cuanto a edades, separación entre hombres y mujeres. Reflejaba muy bien la sociedad gallega». Tan fiel llegó a ser aquel retrato-robot que Betanzos se ganó a pulso la fama de «Ohio gallego» . La etiqueta hace alusión al Estado norteamericano que desde los años 60 «clava» los resultados globales de Estados Unidos. Previamente, Maine gozaba de esa fama, hasta que perdió su magia.
Buscando un símil más próximo, Robres, en Huesca, es el barómetro para los aspirantes a fijar residencia en La Moncloa. Pero su universo muestral, poco más de medio millar de almas, es minúsculo en comparación con los casi 13.000 habitantes de Betanzos; aún reduciéndolo, incluso, a una mesa muy concreta (subdividida en «A» y «B», por orden alfabético de los apellidos), «muy cerca de la plaza principal [Hermanos García Naveira]» y que «tiene un número de votantes importante y no suele ser de las primeras en acabar el recuento », subraya la primera edil.
Famosa por el globo gigante y los Caneiros que dan colorido a sus fiestas, y aclamada por su tortilla, Betanzos, villa medieval, capital de una de las siete provincias del antiguo Reino de Galicia, ha gozado del privilegio de emular, a pequeña escala, toda una Comunidad... al menos, en lo que a votos se refiere, y siempre que la cita fuera autonómica. «Es cierto que, a lo mejor, últimamente ya no se refleja tanto como en épocas anteriores», o al menos, no tan «fehacientemente» como cuando «reflejó casi al 100% los resultados» autonómicos, pondera Barral, quien apunta a «cambios lógicos» con el paso de los años. «Pero sí sigue reflejando más o menos el resultado final », concede en conversación con ABC.
Un vistazo a los datos lo refrenda. En los comicios de 2016, en toda Galicia el PP obtuvo el 47,5% de los votos, En Marea, el 19%, el PSOE, el 17,8% y el BNG, el 8,3%. Los resultados en Betanzos fueron los siguientes: PP, 48,4%; En Marea, 18,9%; PSOE, 18,8%; BNG, 7,3%. Esto es: el PP y el PSOE subieron en la villa coruñesa un punto, que fue lo que se dejó el BNG, mientras el apoyo a los rupturistas no varió. Un margen de error perfectamente asumible para seguir ostentando la vitola de «Ohio» gallego.
Covid-19
La gran incógnita es si en este 2020 de las elecciones marcadas por el coronavirus la condición de barómetro se preservará o saltará por los aires. «Si hay una abstención muy alta, más alta de lo habitual, todo eso puede alterar los resultados », sopesa la socialista Barral. Está por ver el efecto del discurso del miedo al virus que está agitando desde hace días su jefe de filas, Gonzalo Caballero. La alcaldesa de Betanzos, en conversación previa al aislamiento de A Mariña, comenta: «Me consta que hay mucha gente que tiene miedo».
Ha habido otros Ohio puntuales, pero en otras circunstancias, como Burela en las generales del 10-N. Unas elecciones, además, pre-Covid. «Cambiamos las mesas electorales, las cuatro sedes se convirtieron en dos» para adaptarse a la nueva «normativa», comenta a este diario al alcalde de la localidad lucense, Alfredo Llano, cuando su localidad todavía no está confinada. Aún sin ese condicionante, Llano ya veía «difícil» que Burela replicara el resultado global . Aguardaba «días decisivos» en los que podía ocurrir «algo que hizo que cambiara» el escenario. Premonitorio.
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