Sanders calienta las primarias demócratas con otra victoria
Victoria amplia para Sanders en Oregón y por la mínima para Clinton en Kentucky mientras se intensifican las dudas sobre la unidad del partido demócrata
![Bernie Sanders en California](https://s3.abcstatics.com/media/internacional/2016/05/18/sanders-afp--620x349.jpg)
El guión previsto para la recta final de las primarias de EE.UU. iba a ser el de un partido republicano cuarteado por el triunfo de una figura tan divisiva como Donald Trump y el de un partido demócrata solidificado alrededor de la inevitabilidad de Hillary Clinton como nominada.
Al menos, en estos momentos las aguas bajan más revueltas en el río demócrata . Bernie Sanders sigue retrasando el alirón de Clinton y eso impacta al partido y a la fortaleza del nominado que se bata con Trump en otoño . Ayer, en las primarias de Kentucky y Oregón, Sanders emergió como triunfador de la noche . En Kentucky arañó casi un empate técnico, aunque la victoria se concedió a la ex secretaria de Estado, que consiguió el 46,8% de los votos, frente al 46,3% de Sanders. En Oregón, el triunfo fue claro para el senador por Vermont, que, con el 64% escrutado, conseguía el 53,4% de los sufragios, frente al 46,6% de Clinton.
En lo que se refiere a la aritmética para conseguir la nominación, estos resultados apenas cambian nada . Sanders remonta un puñado de los casi 300 delegados que le separan de Clinton , pero es virtualmente imposible que le dé la vuelta en los nueve estados que quedan por disputarse. Para ello, necesitaría encadenar victorias con porcentajes cercanos al 70%, algo que no ha ocurrido en toda las primarias y que no hay indicio de que vaya a ocurrir.
Lo que sí proporciona la noche de ayer es moral para Sanders y más leña para el fuego instalado en el partido demócrata . El triunfo en Oregón ocurre después de los enfrentamientos y las amenazas de seguidores del candidato socialista en la Convención Demócrata de Nevada, que protestaban por la adjudicación de delegados a Clinton. Los enfrentamientos fueron seguidos de llamamientos de pesos pesados del partido demócrata a Sanders para que controlara a sus huestes.
Pero ayer, en la celebración de los resultados, Sanders no intentó calmar las aguas e intensificó su discurso contra el ‘establishment’ demócrata. «Dejadme que les diga algo a los dirigentes del partido demócrata», dijo desde un mitin en Carson, California, el estado que más delegados reparte y que celebra sus primarias el 7 de junio. «El partido demócrata tiene que tomar una decisión profunda: si abre sus puertas a la gente que quiere pelear por un cambio social y económico real, enfrentarse a Wall Street, acabar con la avaricia corporativa y oponerse a la industria de los combustibles fósiles. O si quiere mantener su status quo, seguir siendo dependiente de los grandes donantes y tener una capacidad de acción y una participación limitadas ». Ese mismo día había acusado al partido de no tratar a los seguidores de su campaña «con equidad y respeto».
Fue un tono más agresivo contra el partido del que es habitual en él. Aseguró que hay que derrotar a Donald Trump, «pero primero tenemos que derrotar a Hillary Clinton », proclamó ante un público enfervorizado.
A pesar de las matemáticas, Sanders aseguró que «hay una posibilidad» de superar a Clinton en delegados y después «pelear en la convención» de Filadelfia por los superdelegados . Estos últimos son los compromisarios que el partido envía a la convención y cuyo voto no está comprometido a ningún candidato. Apoyan por mayoría abrumadora a Clinton (524, frente a los 40 de Sanders).
«Vamos a seguir hasta que se deposite el último voto», insistió el senador por Vermont.
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