Una de cal y otra de arena. Eso es lo que muestran los balances de siniestralidad mortal registrados en que lo que va de año en las vías interurbanas de la provincia, en las que ha caído a casi la mitad el número de fallecidos, frente a los datos más que negativos de accidentalidad dentro de la capital, en cuyas calles se ha triplicado el volumen de muertes en estos diez meses. Dieciséis personas, en cualquier caso, han perdido la vida a lo largo del presente ejercicio en el conjunto de las carreteras y vías vallisoletanas.
El escenario más preocupante, sin duda, se encuentra en la ciudad, en la que seis personas han fallecido en lo que va de año frente a las dos muertes –dos atropellos– registradas a lo largo de todo el 2012. La última víctima mortal fue un peatón de 72 años, que perdió la vida al ser arrollado por un turismo en el camino del Cementerio el pasado 20 de octubre, según los datos facilitados ayer por la Policía Municipal.
Este incremento de la siniestralidad en las vías urbanas rompe la tendencia a la baja de los últimos años, solo rota en el año 2011, cuando fallecieron nueve personas –la cifra más alta de las últimas décadas– dentro del término de la capital.
Tendencia a la baja
Más esperanzadores, si es que pueden calificarse así, son los datos de accidentalidad registrados en paralelo en las carreteras de la provincia, en las que vuelve a descender el volumen de defunciones, con diez personas fallecidas en lo que va de año frente a las 18 víctimas mortales registradas en el mismo periodo de 2012, un ejercicio que concluyó con 22 muertes, lo que supuso un crecimiento de la siniestralidad –en 2011 fallecieron 12 personas– que cortó la racha ininterrumpida hasta entonces de descenso de víctimas de los últimos dos decenios anteriores, según reflejan los datos de la DGT.
Pero aún así son dieciséis los fallecidos en el conjunto de una provincia que este fin de semana afronta precisamente uno de los puentes con mayor afluencia de vehículos en sus vías principales. Nada menos que 110.000 vehículos recorrerán las carreteras vallisoletanas a lo largo de los próximos cinco días –en total serán 660.000 los desplazamientos en el conjunto de la comunidad–.
Distracciones y alcohol
De ahí que la Dirección General de Tráfico (DGT) hiciera ayer un llamamiento a la prudencia desde el inicio de la operación salida, fijada a las 15:00 horas de hoy, además de incidir en la recomendación de evitar las horas punta de circulación en las principales vías, como son las autovías de La Coruña (A-6), Salamanca y Burgos (A-62) y de Zamora o Soria (A-11), así como en las carreteras nacionales de Soria (N-122) y de Madrid y León (N-601). En estas últimas vías, en las secundarias de doble sentido, se han registrado este año seis de los nueve accidentes mortales en la provincia.
Las distracciones están detrás de seis de los nueve accidentes mortales en carreteras, si bien a este capítulo hay que añadir el alcohol para encontrar la causa del único siniestro con dos fallecidos registrado este año y que le costó la vida a dos ciclistas de 32 años el pasado 28 de julio en una vía secundaria entre Pedrajas de San Esteban y Olmedo. La conductora implicada triplicaba la tasa legal. Un nivel muy similar de alcohol presentaba el conductor de una furgoneta que el 12 de septiembre embistió por detrás a un turismo que esperaba parado con el semáforo en rojo en la rotonda de San Agustín. Su conductora, de 24 años, murió fruto del violento impacto.
Así que no está de más el llamamiento a los conductores realizado por la DGT a no tomar «ni una gota de alcohol al volante», sobre todo, después de un fin de semana como el último, en el que se registraron catorce positivos en la capital y otros cuatro en la provincia. Moderar la velocidad, conducir «sin prisas», realizar descansos cada dos horas, llevar abrochado el cinturón o evitar el uso del móvil completan el capítulo de recomendaciones para el presente puente.