Uniformes que sirven y protegen a la sostenibilidad
Satara Seguridad se ha especializado en soluciones innovadoras y ‘verdes’ para las prendas y accesorios de los cuerpos de seguridad municipales
Roberta sebastiani
La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, según la ONU, solo por detrás de la que se dedica a la extracción y el refinamiento del petróleo. Para hacernos una idea, confeccionar unos vaqueros requiere de 7.500 litros de agua. Pero muchas empresas de esta industria avanzan para ofrecer soluciones sostenibles en los ámbitos más dispares. Es el caso de Satara Seguridad, una compañía que consigue que muchos cuerpos de policía de los ayuntamientos de España no solo cuiden de nuestra seguridad, sino también de la del planeta. La compañía está comprometida con la aplicación del I+D en las prendas y accesorios que suministra, con la mirada puesta en la sostenibilidad. De hecho, es la única firma española de fabricación y distribución de uniformes y material policial que dispone del sello ‘Calculo, reduzco, compenso’, que otorga el Ministerio para la Transición Ecológica.
Su última propuesta innovadora son unos polos realizados con ‘Nature Fresh’, un tejido fabricado con poliéster 100% realizado a partir de botellas recicladas que neutralizan el amonio del olor y expulsan el ácido acético con iones de hidrógeno. A diferencia de los métodos tradicionales de eliminación de olores en ropa, que emplean iones de plata, cobre o carbono, el uso del hidrógeno no resulta contaminante. Esta indumentaria la ha adoptado por primera vez la Policía Local de Rocafort (Valencia).
Esta innovación es un salto adelante para una compañía que uniforma «agentes de policía de municipios de toda España», explica Edmun Valenzuela, uno de los tres fundadores de la firma, creada en 2007 junto a sus hermanos Leonardo y Anaïs.
Nicho creciente
«Buscábamos posibilidades de negocio y un amigo de mi padre que importa productos de todas partes del mundo había intermediado en las compras de unos chalecos antibalas de unas empresas de Israel, y nos hizo llegar una muestra. Después pedimos las especificaciones técnicas y los precios y comenzamos a indagar la situación de este tipo de productos», explica Valenzuela. En aquel momento, los policías prácticamente no tenían chalecos unipersonales, salvo algunos en el coche que compartían, por lo que «la oportunidad de negocio parecía buena». En sus inicios, la empresa solo hacía distribución, pero a partir de 2011 comenzaron a diseñar y fabricar sus propios productos, buscando «mejores estándares de calidad».
A partir de 2012, cuando los ayuntamientos comenzaron a superar la crisis financiera, fue cuando verdaderamente despegó la empresa, ya que, como explica Valenzuela, «el 90% de nuestra facturación viene de los ayuntamientos». Ya han trabajo con 900 consistorios de España. Con un crecimiento medio en torno al 25% en los últimos años, esperan superar los cinco millones de facturación este ejercicio.
La compañía no solo se ciñe al textil, también es proveedora de todo el equipamiento táctico necesario para el desempeño de las funciones diarias de los agentes, salvo el armamento reglamentario. Un ejemplo, adquirido también en Rocafort, es el dispositivo portátil de extinción de incendios EXO2. Frente a los más de 6 kilos que pesa un extintor tradicional, esta solución con forma de pistola incorpora un sistema de respuesta inmediata con cápsulas fumígenas de menos de 100 gramos. Su fórmula, según Valenzuela, «respeta el medioambiente y no genera gases tóxicos». Las cápsulas están fabricadas con aluminio 100% reciclable y sin tratamientos químicos y el compuesto interno está confeccionado con materiales degradables.
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