Los secretos de una casa a prueba de virus

Materiales naturales y soluciones arquitectónicas saludables pueden ser más eficaces que crear un búnker aséptico

A día de hoy, proliferan en el mercado elementos constructivos y decorativos con la etiqueta de antibacteriano

Charo Barroso

La fisonomía de las ciudades está relacionada con las epidemias: la peste en la Edad Media, la viruela en el siglo XVII o el cólera y la fiebre amarilla en el XIX. «La historia del urbanismo y la arquitectura es paralela a la de la salubridad y el higienismo. La apertura de muchas ciudades respondió a la necesidad de una menor densidad de población, buscando espacios ventilados para hacer frente a epidemias como la peste o el cólera. Puede que la pandemia originada por el coronavirus sea la que modifique la manera de diseñar y construir nuestras casas, priorizando los aspectos relacionados con la salud», señala Sonia Hernández-Montaño , fundadora de Arquitectura Sana y coordinadora de Salud del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña (COAC), quien hace alusión a un curioso aspecto: «En el pasado, las células de habitabilidad de las viviendas la daban los médicos».

A día de hoy, proliferan en el mercado elementos constructivos y decorativos con la etiqueta de antibacteriano : recubrimientos para baños y cocinas, pinturas, griferías... y hasta felpudos que, en estos días donde los productos desinfectantes vuelan de los estantes de los supermercados, se vislumbran como potenciales compras para un hogar más protegido . Pero para esta arquitecta, «la respuesta al Covid-19 no puede ser la creación de espacios antibacterianos y asépticos que conviertan las casas en un quirófano. El ser humano forma parte de un ecosistema y estamos preparados para convivir con bacterias y virus. Pero para ello necesitamos estar en equilibrio con nuestro entorno, en una ciudad naturalizada. Esta no es la respuesta mágica contra esta pandemia, pero la solución no pasa tanto por productos antibacterianos como por aquellos saludables para las personas, y son los menos adulterados: madera, cal, arcilla, cerámicas cocidas... Productos naturales que casi te podrías comer y que no suponen más coste en los proyectos inmobiliarios».

Alfredo Sanz , presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (Cgate), señala que se ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con espacios habitables, confortables, eficientes, sostenibles, pero sobre todo saludables. «Tanto para vivienda nueva como para la rehabilitación será prioritario vigilar la calidad del aire interior, propiciar una iluminación correcta, adaptada al ritmo circadiano y sin ruido. Estos aspectos mejorarán la relación con nuestra vivienda sin necesidad de sustituirla», precisa.

El sol, gran bactericida

Dejar que la luz solar entre a través de las ventanas logra matar las bacterias que viven en el polvo. Un estudio de la Universidad de Oregón (EE.UU.) revela que en las habitaciones oscuras, el 12% de las bacterias permanecen vivas pudiendo reproducirse , frente a solo un 6,8% de las estancias con luz solar.

«Ahora estamos obsesionados con la limpieza, la desinfección y con mantener la casa libre de virus y bacterias. Pero hasta ahora apenas hemos tenido en cuenta la contaminación interior de nuestros hogares , a pesar de que diversos estudios han detectado más de 900 compuestos en el aire interior y demuestran que algunos contaminantes pueden estar entre dos y cinco veces más concentrados en las estancias que en el exterior de los edificios», señala María Marín , responsable de Airlite Spain, una pintura aplicable en el hogar que asegura purifica el aire interior y, en el exterior, es capaz de descontaminar como si se estuviera plantando árboles. « Elimina microorganismos , incluyendo los multirresistentes. Convierte las paredes en un purificador natural del aire gracias al efecto de la luz natural y elimina además otros contaminantes como CoVs (compuestos orgánicos volátiles), NOX (óxidos de nitrógeno, formaldehido, etc., que causan daños en la salud como problemas pulmonares, cáncer y otras patologías», señala Marín.

Además de pinturas descontaminantes existen en el mercado otras opciones como baldosas o encimeras capaces de eliminar cepas bacterianas , recomendables en cocinas y baños; tiradores y pomos de puertas con tratamiento antibacteriano o grifos como los del grupo Presto Ibérica: «Ante la necesidad de proteger la salud de las personas evitando contagios masivos en centros , hemos desarrollado estos grifos que eliminan cualquier tipo de bacteria que pueda haber en la instalación», destaca Gustavo Díez, director de proyectos.

No obstante, Sonia Hernández-Montaño recuerda que muchas de las soluciones para tener una casa saludable pasan por medidas tan sencillas como «mantener una buena ventilación que evite concentraciones de CO2, sobre todo ahora que permanecemos encerrados en casa, tener los sistemas de climatización limpios para evitar las aparición de agentes biológicos y es recomendable que la temperatura del hogar no sea uniforme, ya que nuestro sistema inmunológico está más activo si se adapta a diferentes condiciones durante el día».

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