La UE quiere marcar posiciones ante China
Los líderes europeos pidieron ayer al presidente chino que abra los mercados a las empresas europeas

La Unión Europea y China intercambian productos por valor de más de mil millones de euros cada día. Ayer, los líderes de la UE le dijeron al presidente chino, Xi Jinping , que ya no van a ser ser simplemente un mercado para sus productos, sino que quieren ser también un actor esencial de la economía global y operar en igualdad de condiciones. En la cumbre virtual que se celebró ayer, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , el del Consejo, Charles Michel y la canciller alemana Angela Merkel como la presidencia rotatoria, pidieron a Xi que abra los mercados a las empresas europeas, que reduzca sus emisiones y respete a las minorías y que detenga la represión en Hong Kong.
No se sabe gran cosa de lo que les contestó el presidente chino, porque en la conferencia de prensa, también telemática, solo estaban representantes europeos y no había nadie para explicar el punto de vista de Pekin. La idea que los europeos querían transmitir es que China no debería hacer cálculos de si la UE va a alinearse o no con Estados Unidos en la disputa con el gigante asiático, sino que su voluntad es la de actuar por cuenta propia. «Europa es un jugador, no el terreno de juego» para otros, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que presidió la cumbre.
La UE es el principal socio comercial de China, mientras que Pekín está en segundo lugar después de Estados Unidos como mercado para bienes y servicios europeos. El principal objetivo para Bruselas era intentar definir si será posible cerrar antes de fin de año el acuerdo de protección de inversiones, que debería suponer la apertura del mercado chino para que las empresas europeas puedan operar con las mismas condiciones que las locales. Merkel, que intervino desde Berlin, reconoció que no ha habido avances significativos. La canciller aseguró que habían «presionado» para avanzar en el acuerdo de inversiones , aunque por lo que se ha visto con escaso resultado. «En general, la cooperación con China debe basarse en ciertos principios como reciprocidad y competencia leal. Somos sistemas sociales diferentes, y aunque ambos estamos comprometidos con el multilateralismo, las relaciones deben debe basarse en reglas compartidas». Desde Bruselas se acusa a China de violar muchas reglas comerciales, desde la sobreproducción de acero hasta el robo de propiedad intelectual occidental, lo que Beijing niega.
De momento, Europa y China firmaron ayer un modesto acuerdo para proteger mutuamente las denominaciones de origen de una serie de alimentos y bebidas, desde queso griego Feta hasta la salsa picante de habas «Pixian» . El acuerdo es relativamente insignificante en el panorama bilateral, pero muy interesante porque los productores estadounidenses, australianos o neozelandeses que imitaban productos europeos para el mercado chino, ya no podrán seguir haciéndolo.
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