El 'plantón' de Bruselas en el tratamiento frío a las importaciones de naranjas indigna a los citricultores
El sector alerta que la marcha atrás de la Comisión Europea deja en una situación de vulnerabilidad frente a una plaga como la 'falsa polilla' a las 600.000 hectáreas de plantaciones de cítricos comunitarias
Enfado e indignación entre los productores de naranjas españoles y el sector citrícola europeo en general. La Comisión Europea sorprendió ayer al retirar su propia propuesta, sin someterla a votación, sobre la exigencia de un tratamiento frío a las importaciones de cítricos de terceros países, especialmente Sudáfrica, en el seno del Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (SCoPAFF). En cualquier caso, los citricultores españoles anunciaron que pedirán explicaciones por escrito a la comisaria de Sanidad y Seguridad Alimentaria Stella Kyriakides. Casualidad o no el ministro de Agricultura Luis Planas mantendrá el próximo lunes una reunión con ella.
De cualquier modo, la propuesta ya venía rebajada a este órgano, de tal manera que se establecía una temperatura de 0 grados durante 16 días y a 2 grados positivos durante 20 días . La modificación del reglamento también venía avalada por un informe científico de la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) y había sido expuesto públicamene para posibles alegaciones en la Unión Europea (UE) y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Además de contar con el voto favorable de los países mediterráneos. La indignación ha estallado entre los productores y citricultores quienes se sienten «traicionados» por las autoridades comunitarias, especialmente por la comisaria de Sanidad y Seguridad Alimentaria Stella Kyriakides quien se había comprometo por escrito a aplicar este tratamiento.
De esta forma, han apuntado desde Cooperativas Agroalimentarias, se está poniendo en peligro la sanidad vegetal de las 6 00.000 hectáreas de cultivos de cítricos que se estima que hay en la UE. La denominada ' Falsa polilla' o Haumatotibia Leucotreta (FCM en inglés) ya esta muy extendida por África, es endémica en Sudáfrica y Zimbabue, y tiene presencia en un país mediterráneo como Israel. De momenot, Europa queda al margen. Lo que más inquieta es capacidad de adaptación de este parásito y la capacidad de infectar a decenas de cultivos . Al respecto, el Ministerio de Agricultura, ha venido impulsando esta medida desde principios de año en coordinación con el sector.
Para el presidente del Grupo de Trabajo de Cítricos de Cooperativas Agroalimentarias Cirilo Arnandis la decisión de Bruselas «pone en riesgo, una vez más, a nuestro sector, quizá sacrificado para beneficiar los intereses de terceros países , de algún estado miembro o de algún sector económico». Arnandis ha exigido explicaciones a la comisaria Kyriakides por las que no se ha producido la esperada votación, «que era el último trámite de un largo proceso que ha durado meses, y los pasos que pretende dar sobre esta cuestión en el futuro más inmediato». Adiós al trabajo de Agricultura y al esfuerzo del bloque países mediterráneos. El asunto puede volver a ser abordado en el citado comité, e incluso, en el Consejo de ministros de Agricultura europeos que se celebrará el próximo martes.
Tampoco han ahorrado calificativos desde la Interprofesional Cítrica Española (Intercitrus) cuya presidenta Inmaculada Sanfeliu ha criticado «la falta de transparencia» y preguntado «por qué Sudáfrica tiene mayor fuerza en las decisiones del ejecutivo comunitario que la necesaria mitigacióndle eneorme riesgo fitosanitario al que está sujeta la agricultura europea».
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