«Papeles de Panamá», las dos estrategias para regularizar la situación con Hacienda
Las sociedades offshore no son ilegales, solo lo son cuando las haciendas nacionales no tienen conocimiento sobre ellas
Una filtración de documentos sobre los activos financieros de presidentes y personalidades de todo el mundo ha provocado un terremoto en el mundo de las finanzas. Se ha revelado que una docena de jefes de Estado o primeros ministros -como el rey de Arabia Saudí, Salman Bin Abdulaziz; el presidente argentino, Mauricio Macri; y el mandatario islandés, Sigmundur David Gunnlaugsson- , otros 128 políticos y 61 familiares o personas muy vinculadas a líderes de 50 países -caso del ruso Vladimir Putin- aparecen junto a conocidos artistas -como el actor Jackie Chan-, deportistas -el futbolista Leo Messi o el presidente de la UEFA Michel Platini- y profesionales de otros ámbitos como propietarios de estructuras monetarias en paraísos fiscales. El caso se ha conocido como «los papeles de Panamá».
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Dichos documentos abarcan casi 40 años de trabajo interno de la firma panameña Mossack Fonseca , desde 1977 hasta diciembre de 2015. Incluyen correos electrónicos, cuentas bancarias, bases de datos, pasaportes y registros de clientes del despacho y revelan información oculta de 214.488 sociedades 'offshore' conectadas con más de 200 países. Pero lo cierto es que la creación de sociedades offshore en Panamá es legal. La ilegalidad se comete al no comunicar al fisco del país de residencia que se es titular de la sociedad.
Qué es una sociedad offshore
Las sociedades offshore , según la empresa Foster Swiss, son empresas que se caracterizan por estar registradas en un país, normalmente un paraíso fiscal, en el que no realizan ninguna actividad económica o comercial. Por este motivo se les llama también sociedades no residentes. estas sociedades no realizan ninguna actividad económica en el territorio, es decir, apenas tienen actividad en la jurisdicción donde se crean, por lo que se benefician de incentivos fiscales, ya que al no desarrollar actividad, suelen estar libres de impuestos o pagar tasas muy bajas.
Los costes de las sociedades offshore se reducen a una cuota de registro, estimada entre 200 y 600 dólares al año, y un coste de constitución que tampoco suele exceder de los 1.000 dólares. Estas cantidades varían dependiendo de dónde esté situada la sociedad, señalan desde Foster Swiss.