Pagar con la tarjeta tiene premio y ¿algo más?
Descuentos y otras promociones son algunas de las ventajas que conllevan, pero el cliente debe tener muy claro que pagar a crédito puede acarrear un gasto imprevisto
El dinero de plástico ha desplazado totalmente al efectivo . Más cómodo y más rápido: son dos de las ventajas que aportan las tarjetas a sus usuarios, frente el engorro de tener que llevar monedas, el no tener cambio o tener que buscar un cajero para retirar dinero.
Pero las tarjetas también aportan ventajas a los propios bancos como fomentar la fidelización con el cliente y obtener, al mismo tiempo, una vía de ingresos, que se logra por comisiones de emisión y de renovación, por comisiones vía retirada de cajeros y, especialmente, por los intereses que cobran las tarjetas de crédito en las compras a plazos, que pueden superar fácilmente el 20 por ciento.
Mónica Ruiz, analista de Bankimia, señala que existen dos modalidades: «Por un lado, las que ofrecen descuentos o promociones en algunos establecimientos concretos como las devoluciones de un porcentaje de la compra en gasolineras es muy habitual en las tarjetas de crédito. Aunque también hay otras que vienen acompañadas de un programa de puntos que se acumulan para cambiar por regalos».
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