La muerte en España tiene un precio: 3.300 euros
Desde la patronal del sector señalan que solo el 51,1% de los costes es atribuible a las empresas funerarias, y recuerdan que este tipo de servicios está gravado con un 17% de IVA
La muerte tiene una doble vertiente, al drama personal por la pérdida de un ser querido se une una serie de trámites administrativos que, según cada circunstancia, toca realizar en un momento vital complicado: transporte (incluso repatriación), cátering, coordinación de ceremonias, permisos administrativos, certificado médico, libro de recordatorios, etc... Todo ello, puede suponer para el ciudadano, según estimaciones de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) un coste medio de 3.300 euros , aunque un cuarta parte de los participantes en el citado estudio llegaron a abordar pagos de hasta 4.200 euros. Lo que contrasta con un Salario Mínimo de 900 euros mensuales.
Según la «Radiografía del sector funerario 2019» elaborada por la Asociación Nacional de Servicios Funerarios (Panasef), el precio final de un funeral se compone en un 51,5% de lo que conocemos como servicios funerarios (traslados del difunto, certificado médico, asistencia personal, inscripción en el registro civil, velatorio, etc...), mientras que o tro 15% corresponde a servicios complementarios como las flores, las esquelas o las lápidas. Otro 16,5% pertenece a los denominados como «costes del destino final» . Es decir, todo lo relacionado con la inhumación o la incineración. Finalmente, el restante 17% corresponde a impuestos (el IVA ).
Desde Panasef, su secretario general Alfredo Gosálvez, ha insistido en su reivindicación de que el Gobierno rebaje la carga fiscal y lamentado el desconocimiento que sobre esta materia hay entre los españoles: «El sector funerario lo componen más de 20 servicios o productos , que solo un profesional capacitado puede gestionar en 24 horas: certificados, cátering, transporte, tipo de ceremonia, salas de velas, lápidas, coronas...», ha comentado este representante del sector. En este sentido, ha añadido, que se trata de tal cantidad de elementos que «el volumen de facturación no corresponde exclusivamente a las empresas funerarias sino a diferentes agentes económicos».
El seguro de decesos, «typcal spanish»
Sin embargo, existe en España una particularidad: el seguro de decesos , que se hace cargo del propio traslado y entierro del fallecido añadiendo otros servicios como la gestión del fin de la vida digital, el testamento, la atención piscológica o la asistencia jurídica. Según la patronal de las aseguradoras, Unespa, es el segundo producto asegurador con mayor penetración tras el de automóviles.
En concreto, en el «Informe Estamos Seguros 2018», desde esta patronal se calcula que este seguro se hizo cargo del entierro de 275.160 personas durante el año pasado y que 21,76 millones de españoles de una población total de 46,73 millones está cubierta por alguna de estas pólizas. Es decir, el 46,6% de la población . Con una media de 2,6 asegurados por contrato, estamos ante un producto muy familiar.
En este sentido, el seguro de decesos cuenta con especial implantación en la mitad sur del país y la cornisa cantábrica con un 80% de la población asegurado en la provincia de Cádiz por un 79% de Ávila o un 66% de Huelva. En el otro extremo, provincias como Teruel (22%) o las Islas Baleares (23%).
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